Realizado por la paisajista Graciela Bo, este espacio verde logra armonizar el lenguaje arquitectónico con el interior de la casa.
El terreno, en esquina, se encuentra a un par de cuadras de unas de las vías principales de la ciudad de Asunción, en el barrio residencial Villa Morra. La arquitectura de la vivienda expresa una marcada fuerza geométrica, con un predominio de líneas rectas y volúmenes puros que se abren al jardín mediante extensas cristaleras. La galería lleva la claridad natural a los espacios interiores. El blanco predomina y aporta una marcada luminosidad creando un efecto de amplitud. El estilo de la casa sigue una línea moderna y minimalista.
Con la idea de repetir conceptos y elementos del interior, se proyectó un jardín en armonía con ese lenguaje arquitectónico para no perder la continuidad espacial, la claridad y la profundidad. Es en los espacios exteriores donde se puso especial énfasis en trasmutar la rigidez en calidez, para que el jardín no sólo resultara contemporáneo y atractivo, sino que fuera práctico, funcional, solaz.
El proyecto comienza con la corrección de los profundos desniveles del terreno. El diseño atrae por su juego de líneas y la elección de plantas impactantes, de aires tropicales. Sus formas y tamaños las hacen destacarse casi como esculturas naturales. En el frente, las cicas están puntualmente colocadas en los diferentes niveles.
Los cocos brasileros, las bromelias, las flores de pájaro y los iris amarillos forman los canteros que enmarcan todo el parque principal. Como solados o como obras de arte estratégicamente ubicadas, las piedras tienen un protagonismo especial. El sonido suave y agradable del agua completa la magia de la armonía que se vivencia en este jardín particular.
* Este jardín ganó el primer premio en la categoría profesional entre 400 y 1.000m2 del V Gran Concurso de Jardines
El terreno, en esquina, se encuentra a un par de cuadras de unas de las vías principales de la ciudad de Asunción, en el barrio residencial Villa Morra. La arquitectura de la vivienda expresa una marcada fuerza geométrica, con un predominio de líneas rectas y volúmenes puros que se abren al jardín mediante extensas cristaleras. La galería lleva la claridad natural a los espacios interiores. El blanco predomina y aporta una marcada luminosidad creando un efecto de amplitud. El estilo de la casa sigue una línea moderna y minimalista.
Con la idea de repetir conceptos y elementos del interior, se proyectó un jardín en armonía con ese lenguaje arquitectónico para no perder la continuidad espacial, la claridad y la profundidad. Es en los espacios exteriores donde se puso especial énfasis en trasmutar la rigidez en calidez, para que el jardín no sólo resultara contemporáneo y atractivo, sino que fuera práctico, funcional, solaz.
El proyecto comienza con la corrección de los profundos desniveles del terreno. El diseño atrae por su juego de líneas y la elección de plantas impactantes, de aires tropicales. Sus formas y tamaños las hacen destacarse casi como esculturas naturales. En el frente, las cicas están puntualmente colocadas en los diferentes niveles.
Los cocos brasileros, las bromelias, las flores de pájaro y los iris amarillos forman los canteros que enmarcan todo el parque principal. Como solados o como obras de arte estratégicamente ubicadas, las piedras tienen un protagonismo especial. El sonido suave y agradable del agua completa la magia de la armonía que se vivencia en este jardín particular.
* Este jardín ganó el primer premio en la categoría profesional entre 400 y 1.000m2 del V Gran Concurso de Jardines
VIA: www.revistajardin.com.ar
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