En pleno Valle de la Punilla se encuentra esta espectacular casa con un mirador hacia los cerros.
El exterior de la casa fue restaurado para devolverle su brillo original. En la fachada se colocó la misma piedra pero con un diseño más moderno y geométrico.
Al estar ubicada en una loma, las vistas eran privilegiadas, pero la construcción original las tenía muy negadas.
"Decidimos abrir ventanales y paneles fijos en todos lados, y para evitar rejas, optamos por paneles de PVC con triple vidrio blindado", cuenta el propietario.
Donde antes hubo una sombría pared con una chimenea, se abrió un panel fijo que le trajo al living nueva vida y cautivantes vistas.
El artista Miguel Ocampo fue quien ideó la fórmula del color tierra que cubre las paredes, los cielos rasos y hasta los ventiladores de techo
Reemplazando la antigua chimenea, la salamandra Bosca da calor de manera atractiva y compacta.
Luego vendría la cuidada selección de colores: tierra para la recepción y blanco luminoso para las habitaciones, base perfecta para un mobiliario que une reciclados y clásicos modernos con obras de artistas locales.
Dos celosías de madera abandonadas fueron rescatadas por Ramasco y convertidas en un objeto decorativo, sobre el sillón
La cocina fue diseñada en una línea horizontal que combina madera oscura con el acero inoxidable presente en los artefactos y la mesada
A Hugo Ramasco lo envuelve un espíritu de fundador, de saberse descubridor de ciertas esquinas de la Tierra.
Primero fue en su adorada Oceanía de Polonio, una playa perdida en Uruguay, donde llegó cuando no había nada y construyó la Posada del Buscavidas.
Años más tarde, en la serranía de La Cumbre, descubrió una gran pasión que practica hasta hoy, el parapentismo. Al principio iba y venía; después decidió afincarse.
Un sillón de dos cuerpos diseñado por Alejandro Giordano aporta color y calidez en el área de comedor.
Tras mucho buscar encontró este chalet de piedra con una historia que hablaba de los orígenes de este pueblo. Como era característico en la época en que se construyó la casa, alrededor de los anos 30, sus interiores eran pequeños y compartimentados. En la reforma, se tiraron paredes para crear un espacio más amplio y poder comunicar de manera más directa el interior con el fabuloso exterior.
Así, espacios olvidados, como el gran patio, se convirtieron en protagonistas de días destinados al sol y noches de asados y comidas bajo el cielo cordobés.
Las habitaciones, en contraste con los tonos tierra de la recepción, son muy blancas y con abundante luz natural.
En la habitación principal, respaldo de cama a medida hecho con tientos (Alejandro Giordano) y mesa de luz antigua restaurada
En el cuarto de huéspedes, camino de lana de oveja hecho por artesanos de La Cumbre
La paisajista Karen Pearson introdujo cortaderas y arbustos autóctonos, que enmarcan la casa de manera más auténtica y se mantienen con el régimen de lluvias local
El patio de lajas se reemplazó por un deck de madera de lapacho brasileño, donde se construyó una larga pileta de líneas modernas.
De la mano del constructor Chiche Andriata, originario de La Cumbre, Hugo Ramasco revivió este chalet serrano.
"Chiche interpretó a la perfección el destino que queríamos darle a la casa. Nuestra idea no era que fuera protagonista, sino que se fundiera con la naturaleza que la rodea."
"Chiche interpretó a la perfección el destino que queríamos darle a la casa. Nuestra idea no era que fuera protagonista, sino que se fundiera con la naturaleza que la rodea."
El exterior de la casa fue restaurado para devolverle su brillo original. En la fachada se colocó la misma piedra pero con un diseño más moderno y geométrico.
Al estar ubicada en una loma, las vistas eran privilegiadas, pero la construcción original las tenía muy negadas.
"Decidimos abrir ventanales y paneles fijos en todos lados, y para evitar rejas, optamos por paneles de PVC con triple vidrio blindado", cuenta el propietario.
Donde antes hubo una sombría pared con una chimenea, se abrió un panel fijo que le trajo al living nueva vida y cautivantes vistas.
El artista Miguel Ocampo fue quien ideó la fórmula del color tierra que cubre las paredes, los cielos rasos y hasta los ventiladores de techo
Reemplazando la antigua chimenea, la salamandra Bosca da calor de manera atractiva y compacta.
Luego vendría la cuidada selección de colores: tierra para la recepción y blanco luminoso para las habitaciones, base perfecta para un mobiliario que une reciclados y clásicos modernos con obras de artistas locales.
Dos celosías de madera abandonadas fueron rescatadas por Ramasco y convertidas en un objeto decorativo, sobre el sillón
La cocina fue diseñada en una línea horizontal que combina madera oscura con el acero inoxidable presente en los artefactos y la mesada
A Hugo Ramasco lo envuelve un espíritu de fundador, de saberse descubridor de ciertas esquinas de la Tierra.
Primero fue en su adorada Oceanía de Polonio, una playa perdida en Uruguay, donde llegó cuando no había nada y construyó la Posada del Buscavidas.
Años más tarde, en la serranía de La Cumbre, descubrió una gran pasión que practica hasta hoy, el parapentismo. Al principio iba y venía; después decidió afincarse.
Un sillón de dos cuerpos diseñado por Alejandro Giordano aporta color y calidez en el área de comedor.
Tras mucho buscar encontró este chalet de piedra con una historia que hablaba de los orígenes de este pueblo. Como era característico en la época en que se construyó la casa, alrededor de los anos 30, sus interiores eran pequeños y compartimentados. En la reforma, se tiraron paredes para crear un espacio más amplio y poder comunicar de manera más directa el interior con el fabuloso exterior.
Así, espacios olvidados, como el gran patio, se convirtieron en protagonistas de días destinados al sol y noches de asados y comidas bajo el cielo cordobés.
Las habitaciones, en contraste con los tonos tierra de la recepción, son muy blancas y con abundante luz natural.
En la habitación principal, respaldo de cama a medida hecho con tientos (Alejandro Giordano) y mesa de luz antigua restaurada
En el cuarto de huéspedes, camino de lana de oveja hecho por artesanos de La Cumbre
La paisajista Karen Pearson introdujo cortaderas y arbustos autóctonos, que enmarcan la casa de manera más auténtica y se mantienen con el régimen de lluvias local
El patio de lajas se reemplazó por un deck de madera de lapacho brasileño, donde se construyó una larga pileta de líneas modernas.
Comentarios
Publicar un comentario