Construida por la familia Anchorena en 1840 es hoy el hogar de la artista plástica Mimi von Sanden, que la llenó de vida con obras propias y de su vasta colección.
Un camino de lajas de casi cien metros, rodeado de un jardín bien asentado, nos lleva a la puerta de entrada, la original de la casa, hoy pintada de un intenso rojo
Poder internarnos en esta casona, que alguna vez fue parte de una antigua finca de verano muy cerca del río, nos despertaba emoción e intriga. Después de trasponer el portón que la oculta, reconocimos inmediatamente un sabor colonial que hace sentir que, por una empecinada voluntad del Tiempo, cruzando esa línea el aire es diferente, más fresco, más calmo y perfumado. Que entramos en la niñez de generaciones.
A cada lado, espacios íntimos que cierra el verde, uno de ellos con una mesa de hierro y tapa de mármol acompañada de bancos y grandes macetas.
La antigua mesa de juego francesa, colección de mates y florero Lalique con arreglo de hojas acintadas y calas.
En los pocos minutos que aguardamos a Mimi von Sanden en el living, experimentamos una instantánea sensación de contento. "Esta es la casa que más feliz me hizo. Tiene buena onda. Algo que le es propio y que no puedo describir muy bien", dice cuando le preguntamos qué se siente vivir aquí.
Alfombra de Afganistán, silla-escultura de Stefan Wewerka,
Nacida en el Uruguay y criada en la Argentina, Mimi se casó en Alemania, donde permaneció muchos años. ¿Si es más argentina que alemana? "Cuando se tiene la experiencia de vivir mucho tiempo en dos lugares, uno termina extrañando siempre algo del otro. Pero lo que puedo decir es que en ambos me siento en casa."
Mesa y sillas de Stefan Wewerka y pájaros chinos
Si bien tiene 20 años, el mueble de cocina de Bulthaup sigue manteniendo un aire moderno. Anafes eléctricos, fácilmente desmontable y se puede regular la altura
Fue en Alemania donde desarrolló su carrera artística (tiene programada una próxima exposición en Munich) y donde trabó amistad con grandes creadores como Stefan Wewerka y algunos integrantes del innovador grupo Fluxus, que sacudió la escena cultural de los 70 usando nuevas conexiones entre música, poesía, artes visuales, danza y teatro.
Con Wewerka, además de arquitecto, pintor y diseñador de objetos y muebles ("un artista completo") montó su departamento en Alemania, varias veces fotografiado para revistas internacionales. "Nunca cambié esos muebles: los fui llevando por donde quiera que viví. Combinan con lo que sea, incluso con los que heredé. Mi colección de muebles habla de mi historia, es la base de mi vida."
Una mesa repleta de materiales de pintura y el de abajo, con más espacio para moverse frente a las telas, una de ellas apoyada sobre una antigua mesa-caballete
Mimi von Sanden en su área de trabajo
Después de detenernos frente a cada obra y comentar el actual trabajo de Von Sanden, se completó el rompecabezas.
Sillones de Wewerka, tapizados con cuero blanco y rojo; esculturas de un Jack Russel y un bulldog francés, y Las banquetas y la mesa son de Alvar Aalto.
El escritorio de Mimi está vinculado con el comedor formal.
Un camino de lajas de casi cien metros, rodeado de un jardín bien asentado, nos lleva a la puerta de entrada, la original de la casa, hoy pintada de un intenso rojo
Poder internarnos en esta casona, que alguna vez fue parte de una antigua finca de verano muy cerca del río, nos despertaba emoción e intriga. Después de trasponer el portón que la oculta, reconocimos inmediatamente un sabor colonial que hace sentir que, por una empecinada voluntad del Tiempo, cruzando esa línea el aire es diferente, más fresco, más calmo y perfumado. Que entramos en la niñez de generaciones.
A cada lado, espacios íntimos que cierra el verde, uno de ellos con una mesa de hierro y tapa de mármol acompañada de bancos y grandes macetas.
La antigua mesa de juego francesa, colección de mates y florero Lalique con arreglo de hojas acintadas y calas.
En los pocos minutos que aguardamos a Mimi von Sanden en el living, experimentamos una instantánea sensación de contento. "Esta es la casa que más feliz me hizo. Tiene buena onda. Algo que le es propio y que no puedo describir muy bien", dice cuando le preguntamos qué se siente vivir aquí.
Alfombra de Afganistán, silla-escultura de Stefan Wewerka,
Los cuadros de Inés Menéndez Behety retratan caballos queridos.
El living se armó frente a la chimenea, enmarcada por puertas-ventanas con carpinterías originales que bañan el espacio de luz y traen aire siempre fresco.
El living se armó frente a la chimenea, enmarcada por puertas-ventanas con carpinterías originales que bañan el espacio de luz y traen aire siempre fresco.
Nacida en el Uruguay y criada en la Argentina, Mimi se casó en Alemania, donde permaneció muchos años. ¿Si es más argentina que alemana? "Cuando se tiene la experiencia de vivir mucho tiempo en dos lugares, uno termina extrañando siempre algo del otro. Pero lo que puedo decir es que en ambos me siento en casa."
Mesa y sillas de Stefan Wewerka y pájaros chinos
Si bien tiene 20 años, el mueble de cocina de Bulthaup sigue manteniendo un aire moderno. Anafes eléctricos, fácilmente desmontable y se puede regular la altura
Fue en Alemania donde desarrolló su carrera artística (tiene programada una próxima exposición en Munich) y donde trabó amistad con grandes creadores como Stefan Wewerka y algunos integrantes del innovador grupo Fluxus, que sacudió la escena cultural de los 70 usando nuevas conexiones entre música, poesía, artes visuales, danza y teatro.
Con Wewerka, además de arquitecto, pintor y diseñador de objetos y muebles ("un artista completo") montó su departamento en Alemania, varias veces fotografiado para revistas internacionales. "Nunca cambié esos muebles: los fui llevando por donde quiera que viví. Combinan con lo que sea, incluso con los que heredé. Mi colección de muebles habla de mi historia, es la base de mi vida."
Una mesa repleta de materiales de pintura y el de abajo, con más espacio para moverse frente a las telas, una de ellas apoyada sobre una antigua mesa-caballete
Mimi von Sanden en su área de trabajo
Después de detenernos frente a cada obra y comentar el actual trabajo de Von Sanden, se completó el rompecabezas.
La clave es que, contrariamente a lo que se esperaría en una casa con tanta historia, aquí no existe la nostalgia. La creación continúa.
Sillones de Wewerka, tapizados con cuero blanco y rojo; esculturas de un Jack Russel y un bulldog francés, y Las banquetas y la mesa son de Alvar Aalto.
El escritorio de Mimi está vinculado con el comedor formal.
Junto a las fotografías en blanco y negro de la artista, el color de los collages de Alexander Calder.
El dormitorio también goza de luz y vista al parque.
El dormitorio también goza de luz y vista al parque.
La gran cama de líneas sencillísimas y respaldo bajo está vestida con una atractiva manta traída de un viaje
Un rincón improvisado como vestidor, con un sillón antiguo y un perchero.
La galería recorre los principales ambientes de la casa y dobla para dar lugar al espacio de estar al aire libre
Un conjunto de mesa (con mantel de Okko) y bancos de plaza ofrece un lugar para reunirse o comer, esta vez al sol y rodeados de Santa Ritas en flor.
Un rincón improvisado como vestidor, con un sillón antiguo y un perchero.
La galería recorre los principales ambientes de la casa y dobla para dar lugar al espacio de estar al aire libre
Un conjunto de mesa (con mantel de Okko) y bancos de plaza ofrece un lugar para reunirse o comer, esta vez al sol y rodeados de Santa Ritas en flor.
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