Durante los más de 40 años en los que ha llevado a cabo su carrera de arquitecto, hemos visto siempre en Toyo Ito una constante búsqueda por expandir los límites no sólo de la arquitectura, sino también en las formas, tecnologías, materiales y como estas constantes innovaciones pueden repercutir en los usos cotidianos de las personas.
En este sentido la carrera de Ito incluye otro interesante aspecto asociado al diseño de productos. Su producción incluye piezas de mediana y pequeña escala, desde mobiliario urbano hasta vajilla. Entre las compañías que han solicitado sus diseños se encuentran Oribe, Olivari, Horm o Alessi.
Cada uno de estos diseños persiguen exploraciones formales o materiales que pueden incluso relacionarse a algunas de sus grandes obras construidas. Esto nos recuerda una de las frases entregadas por el jurado Pritzker al hablar del trabajo de Ito, donde recalcan que a pesar de la gran producción y diferencia entre un proyecto y otro, siempre puede leerse una búsqueda común, que aparece como hilo conductor de toda su producción.
Un ejemplo claro es la repisa Sendai 2005, comparable morfológicamente a la mediateca que Ito terminara el 2001. Otro es el Polka dots, que en su volumetría, color y perforaciones nos recuerda el Teatro Za Koenji.
En este sentido la carrera de Ito incluye otro interesante aspecto asociado al diseño de productos. Su producción incluye piezas de mediana y pequeña escala, desde mobiliario urbano hasta vajilla. Entre las compañías que han solicitado sus diseños se encuentran Oribe, Olivari, Horm o Alessi.
Cada uno de estos diseños persiguen exploraciones formales o materiales que pueden incluso relacionarse a algunas de sus grandes obras construidas. Esto nos recuerda una de las frases entregadas por el jurado Pritzker al hablar del trabajo de Ito, donde recalcan que a pesar de la gran producción y diferencia entre un proyecto y otro, siempre puede leerse una búsqueda común, que aparece como hilo conductor de toda su producción.
Un ejemplo claro es la repisa Sendai 2005, comparable morfológicamente a la mediateca que Ito terminara el 2001. Otro es el Polka dots, que en su volumetría, color y perforaciones nos recuerda el Teatro Za Koenji.
Via: archdaily
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