Ubicada en la localidad de Sant Feliu de Pallerols (Girona), a la orilla del río Brugent y en el fondo de un valle abierto a riscos lejanos, esta singular casa es obra del arquitecto Arnau Vergés (Arnau Estudi d’arquitectura). La capacidad de dar respuesta a ese entorno y a un programa específico, a través de una sencilla operación de sustracción, le valió una mención especial en la categoría Vivir del Palmarés Architecture Aluminium Technal 2013.
Y es que la llamada Casa Mordida se planteó como un cubo de hormigón armado que “observa el paisaje, busca el sol o se relaciona con el jardín mediante los mínimos gestos posibles y, al mismo tiempo, con la máxima contundencia”. Cuatro mordeduras en cuatro esquinas opuestas resuelven la relación de la vivienda con el exterior: las de la planta baja dan lugar a dos grandes porches que prolongan el salón-comedor-cocina hacia el jardín en el sur y crea una zona de aparcamiento en la norte.
Las de la primera planta generan dos terrazas que dan salida a las habitaciones a la vez que proporcionan luz natural a los espacios interiores de la planta baja a través de sus lucernarios.
La conexión dentro-fuera se realizó con correderas Saphir de Technal y para los huecos practicables se han utilizado ventanas N’Epure, cuya hoja oculta detrás del marco minimiza el perfil de aluminio visto y aumenta la superficie de acristalamiento.
Programa funcional en tres plantas
En la planta baja, se encuentran la entrada, el salón-comedor, la cocina, un baño y un almacén. La planta primera es la de los dormitorios, dos baños completos, dos lavaderos y la distribución es fluida para evitar la sensación de división del espacio: el pavimento de madera es igual para toda la planta y las puertas son paneles correderos con las guías enrasadas en el falso techo. La planta sótano ofrece un espacio polivalente cuya iluminación se soluciona a través de aberturas hacia el interior de la piscina.
Los materiales escogidos en la construcción de la vivienda son principalmente la madera y el hormigón que, teñido ligeramente de tonalidades terrosas, resuelve la estructura y las fachadas. Los listones verticales de madera permiten uniformizar los paramentos que aparecen “después de morder este fruto habitable: son la pulpa de la casa”.
Otro material importante en la configuración exterior de la casa fue la masa vegetal de encina arbustiva de poca altura que, colocada estratégicamente, dificulta el acceso a la parcela desde el exterior. La ausencia de valla, junto con la prolongación del pavimento de la acera hasta el porche de entrada, ayudan a difuminar los límites de la parcela con su entorno.
Proyecto: Casa Mordida.
Localización: Girona (España).
Año: 2012.
Arquitectura: Arnau Estudi d’Arquitectura.
Aparejador: Josep Maria Codinach Frigola.
Constructor: Cros Encofrats, SL.
Instalador Aluminier Technal: E. Plantalech SL.
Soluciones Technal empleadas: correderas Saphir y ventanas N’Epure.
Premios: mención especial en la categoría Vivir del Palmarés Architecture Aluminium Technal 2013 (“por la capacidad de dar respuesta a un entorno y un programa específico, a través de una sencilla operación de sustracción”).
Fotografías: Marc Torra (www.fragments.cat)
via: www.interioresminimalistas.com
Y es que la llamada Casa Mordida se planteó como un cubo de hormigón armado que “observa el paisaje, busca el sol o se relaciona con el jardín mediante los mínimos gestos posibles y, al mismo tiempo, con la máxima contundencia”. Cuatro mordeduras en cuatro esquinas opuestas resuelven la relación de la vivienda con el exterior: las de la planta baja dan lugar a dos grandes porches que prolongan el salón-comedor-cocina hacia el jardín en el sur y crea una zona de aparcamiento en la norte.
Las de la primera planta generan dos terrazas que dan salida a las habitaciones a la vez que proporcionan luz natural a los espacios interiores de la planta baja a través de sus lucernarios.
La conexión dentro-fuera se realizó con correderas Saphir de Technal y para los huecos practicables se han utilizado ventanas N’Epure, cuya hoja oculta detrás del marco minimiza el perfil de aluminio visto y aumenta la superficie de acristalamiento.
Programa funcional en tres plantas
En la planta baja, se encuentran la entrada, el salón-comedor, la cocina, un baño y un almacén. La planta primera es la de los dormitorios, dos baños completos, dos lavaderos y la distribución es fluida para evitar la sensación de división del espacio: el pavimento de madera es igual para toda la planta y las puertas son paneles correderos con las guías enrasadas en el falso techo. La planta sótano ofrece un espacio polivalente cuya iluminación se soluciona a través de aberturas hacia el interior de la piscina.
Los materiales escogidos en la construcción de la vivienda son principalmente la madera y el hormigón que, teñido ligeramente de tonalidades terrosas, resuelve la estructura y las fachadas. Los listones verticales de madera permiten uniformizar los paramentos que aparecen “después de morder este fruto habitable: son la pulpa de la casa”.
Otro material importante en la configuración exterior de la casa fue la masa vegetal de encina arbustiva de poca altura que, colocada estratégicamente, dificulta el acceso a la parcela desde el exterior. La ausencia de valla, junto con la prolongación del pavimento de la acera hasta el porche de entrada, ayudan a difuminar los límites de la parcela con su entorno.
Proyecto: Casa Mordida.
Localización: Girona (España).
Año: 2012.
Arquitectura: Arnau Estudi d’Arquitectura.
Aparejador: Josep Maria Codinach Frigola.
Constructor: Cros Encofrats, SL.
Instalador Aluminier Technal: E. Plantalech SL.
Soluciones Technal empleadas: correderas Saphir y ventanas N’Epure.
Premios: mención especial en la categoría Vivir del Palmarés Architecture Aluminium Technal 2013 (“por la capacidad de dar respuesta a un entorno y un programa específico, a través de una sencilla operación de sustracción”).
Fotografías: Marc Torra (www.fragments.cat)
via: www.interioresminimalistas.com
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