Este proyecto se localiza en una de las colonias residenciales más antiguas de Guadalajara, en la única zona en pendiente de una ciudad que es eminentemente plana y nivelada; esto permite que el emplazamiento reciba buenas corrientes de aire, y logre tener una gran vista desde el segundo nivel de la vivienda sobre la cara noroeste de la ciudad. La forma irregular del espacio genera una curva cerrada rodeada por el follaje de los árboles grandes que ya están ubicados en la acera.
El esquema se define en perspectiva por dos soportes muy evidentes, uno sostiene la parte delantera y el otro abarca el jardín, la unión de ambos genera un vacío que ocupa el corazón de la casa con un árbol de arrayán de grandes dimensiones en el patio interior.
La casa fue diseñada con espacios altos y generosos, no hay obstáculos a la vista, y la estructura de la casa es diseñada con vigas a gran altura que limitan los espacios no cubiertos y permiten una continuidad en las vistas del recorrido hasta el final.
Al recorrer la casa, los jardines que acompañan al visitante entretejen todo el camino, el primero de ellos es un gran invernadero, alto, generoso y transparente que rodea un jardín prolongado con una exuberante vegetación que se eleva hasta 30 pies de alto para crear un lugar fresco con una atmósfera en calma.
Con el fin de lograr un concepto formal de gran alcance, el uso de los materiales son casi iguales en todas las áreas, la madera se extiende desde el suelo a las paredes y puertas, el piso de cerámica interior con un acabado perfecto que cubre toda la superficie, los volúmenes se destacan con espacios grandes y bien definidos, en particular, la chimenea de hormigón visto en bruto que da fuerza al gran salón abierto y el otro muro de hormigón que cuelga a modo de pared separadora pero que fusiona el espacio en un todo.
Guadalajara tiene un clima extraordinario, a veces caliente, las terrazas de la casa son apacibles durante todo el año, la exuberante vegetación de los jardines, la casa se abre como una gran terraza toda ella, las ventanas se recogen y el exterior y el interior se integran como uno solo.
La casa mantiene también una cierta privacidad, tiene una doble circulación a través de los espacios privados, mientras que separa las zonas comunes y de personal.
Se diseño un enrejado especial para el lado oeste del segundo nivel, que permite la entrada que los rayos horizontales del sol y una gran vista al mismo tiempo.
Arquitectos: Hernández Silva Arquitectos
Año de la Obra: 2008
Ubicación: Guadalajara,MX
Materialidad: Hormigón a la vista, Madera
Equipo:Jorge Luis Hernández Silva, Andrea Assad, Alejandro Aponte, Mauricio Hurtado, Roberto Peña, Sofia Preciado, Hector Mendoza
Fotógrafo: Carlos Díaz Corona
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