El proyecto se realiza en un pequeño pueblo de la Cerdanya. Situado en la ladera norte y orientado al sur, un denso núcleo rural formado por unas 20 casas, se rodea de campos y prados donde la agricultura y la ganadería, son las actividades principales. Las impresionantes vistas del cadí al frente hacen de este entorno, un paraíso natural.
La mayoría de construcciones del pueblo están formadas alrededor de una era. Viendo la estructura del pueblo vemos las antiguas construcciones formaban conjuntos de vivienda, pajares y antiguas cuadras, que rodeaban estos espacios exteriores y así organizaban sus construcciones.
Uno de estos grupos de construcciones formados por un pajar, una cuadra, un almacén, una pequeña vivienda y un badiu, pertenecían a nuestro cliente que quería rehabilitar el espacio y convertirlo en vivienda propia y varios pabellones de invitados.
Se mantienen los volúmenes de las construcciones existentes, rehabilitando sus fachadas y cubiertas y redistribuyendo todos los espacios interiores. El badiu es un gran espacio cubierto y abierto, que se ha rehabilitado manteniendo las antiguas cerchas que soportaban la cubierta. mediante un sistema de maderas y tejas donde no hay ningún material de agarre.
En el interior de la vivienda surgen diversas habitaciones y zonas de estar para invitados que se tratan conservando algunas paredes de piedras, revistiendo otras de madera, usando elementos de hierro de soporte y combinando pavimento de madera con azulejos hidráulicos. La idea es generar unos espacios amplios, en un entorno rural, donde las privilegiadas vistas del entorno entran a formar parte del interior.
Arquitecto: Pablo Serrano Elorduy
Interiorista: Blanca Elorduy
Colaboradores: Carlota de Gispert
Superficie: 602,9 m2
Fotografía: Jordi Anguera
La mayoría de construcciones del pueblo están formadas alrededor de una era. Viendo la estructura del pueblo vemos las antiguas construcciones formaban conjuntos de vivienda, pajares y antiguas cuadras, que rodeaban estos espacios exteriores y así organizaban sus construcciones.
Uno de estos grupos de construcciones formados por un pajar, una cuadra, un almacén, una pequeña vivienda y un badiu, pertenecían a nuestro cliente que quería rehabilitar el espacio y convertirlo en vivienda propia y varios pabellones de invitados.
Se mantienen los volúmenes de las construcciones existentes, rehabilitando sus fachadas y cubiertas y redistribuyendo todos los espacios interiores. El badiu es un gran espacio cubierto y abierto, que se ha rehabilitado manteniendo las antiguas cerchas que soportaban la cubierta. mediante un sistema de maderas y tejas donde no hay ningún material de agarre.
En el interior de la vivienda surgen diversas habitaciones y zonas de estar para invitados que se tratan conservando algunas paredes de piedras, revistiendo otras de madera, usando elementos de hierro de soporte y combinando pavimento de madera con azulejos hidráulicos. La idea es generar unos espacios amplios, en un entorno rural, donde las privilegiadas vistas del entorno entran a formar parte del interior.
Arquitecto: Pablo Serrano Elorduy
Interiorista: Blanca Elorduy
Colaboradores: Carlota de Gispert
Superficie: 602,9 m2
Fotografía: Jordi Anguera
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