Este ambicioso proyecto de rehabilitación ha conseguido devolver a la vida un conjunto arquitectónico típico de la comarca pirenaica de La Cerdanya, enclave privilegiado en el que las viviendas se rodean de edificaciones destinadas a labores agrícolas y ganaderas.
El punto de partida era una finca de más de 600 m2 con una casa, un badiu, una cuadra, un almacén, un pajar y una pequeña vivienda, rodeada de campos de labor y próxima a un pequeño núcleo rural.
Los nuevos propietarios deseaban unificar estas construcciones para convertirlas en un hogar principal con tres anexos para invitados, preservando su aspecto exterior pero transformando profundamente los interiores. Querían estancias sobrias y atemporales, acordes con el entorno, conectadas entre sí y con el exterior a través de amplios ventanales que concediesen todo el protagonismo a unas vistas espectaculares.
Siguiendo estas directrices, Dom Arquitectura reorganiza los interiores para convertirlos en espacios abiertos y multifuncionales, en los que la cocina se fusiona de forma natural con el comedor, la sala de estar y las zonas de acceso.
Dom Arquitectura, un estudio especialmente interesado en la arquitectura sostenible e integrada en el entorno, obra la transformación a través de una magistral combinación de elementos originales con detalles más contemporáneos.
Para el mobiliario de la cocina, Traç Cuines elige el modelo SEDA Gris arena de Santos, un diseño que, por el tono y uniformidad de sus frentes, se adapta a la paleta cromática del interiorismo. Además, tanto en la vivienda principal como en la de invitados, se aplican distribuciones orientadas a obtener el máximo rendimiento en el mínimo espacio, logrando cocinas funcionales y discretas, perfectamente integradas en sus ambientes.
La cocina de la vivienda principal resulta sencillamente espectacular: el mobiliario se dispone en línea a lo largo de los seis metros
y medio de una de las paredes, ofreciendo todo lo necesario para trabajar y almacenar sin restar un ápice de habitabilidad a la estancia.
Para la casa de invitados, de dimensiones más reducidas, se recurre a una distribución en L muy ingeniosa: las zonas de lavado y preparación se concentran en una pared visible desde la sala de estar, y la composición de columnas se desplaza a un hueco situado bajo las escaleras de acceso a la planta superior. Esta solución permite dotar a la cocina de gran capacidad de almacenamiento y, al mismo tiempo, evita sobrecargar el ambiente, razón por la que también se prescinde de los muebles altos en ambos casos.
Los materiales aplicados en el suelo sirven para marcar las transiciones entre diferentes espacios: así, tanto en la cocina como en las áreas de paso se recurre a azulejos hidráulicos de Azul Acocsa, reservando el parquet de madera natural envejecida para las zonas de estar.
Gracias a su diseño y distribución, ambas cocinas consiguen ofrecer las más altas prestaciones sin renunciar a su integración en espacios destinados a trabajar, pero también a relajarse y disfrutar.
La combinación de materiales y colores aporta equilibrio a unas estancias con abundante iluminación natural y amplias vistas al exterior. Los tonos grises, presentes en los frentes del modelo SEDA y en el parquet, encuentran su contrapunto en las notas más cálidas de mesas, marcos, vigas y piedras, así como en el colorido de las baldosas del suelo.
Las soluciones de integración de electrodomésticos y zonas de almacenaje en el interior de los muebles, entre las que destaca el módulo persiana de Santos, también resultan determinantes a la hora de generar un panorama limpio y organizado.
Proyecto realizado por Traç Cuines, distribuidor de la marca Santos.
Doctor Ferran, 6-8
08034 Barcelona
T 93 206 30 40
info@traccuines.com
www.traccuines.com
Arquitectos
Dom Arquitectura
www.dom-arquitectura.com
Fotografía
Jordi Anguera
www.jordianguera.com
El punto de partida era una finca de más de 600 m2 con una casa, un badiu, una cuadra, un almacén, un pajar y una pequeña vivienda, rodeada de campos de labor y próxima a un pequeño núcleo rural.
Los nuevos propietarios deseaban unificar estas construcciones para convertirlas en un hogar principal con tres anexos para invitados, preservando su aspecto exterior pero transformando profundamente los interiores. Querían estancias sobrias y atemporales, acordes con el entorno, conectadas entre sí y con el exterior a través de amplios ventanales que concediesen todo el protagonismo a unas vistas espectaculares.
Siguiendo estas directrices, Dom Arquitectura reorganiza los interiores para convertirlos en espacios abiertos y multifuncionales, en los que la cocina se fusiona de forma natural con el comedor, la sala de estar y las zonas de acceso.
Dom Arquitectura, un estudio especialmente interesado en la arquitectura sostenible e integrada en el entorno, obra la transformación a través de una magistral combinación de elementos originales con detalles más contemporáneos.
Para el mobiliario de la cocina, Traç Cuines elige el modelo SEDA Gris arena de Santos, un diseño que, por el tono y uniformidad de sus frentes, se adapta a la paleta cromática del interiorismo. Además, tanto en la vivienda principal como en la de invitados, se aplican distribuciones orientadas a obtener el máximo rendimiento en el mínimo espacio, logrando cocinas funcionales y discretas, perfectamente integradas en sus ambientes.
La cocina de la vivienda principal resulta sencillamente espectacular: el mobiliario se dispone en línea a lo largo de los seis metros
y medio de una de las paredes, ofreciendo todo lo necesario para trabajar y almacenar sin restar un ápice de habitabilidad a la estancia.
Para la casa de invitados, de dimensiones más reducidas, se recurre a una distribución en L muy ingeniosa: las zonas de lavado y preparación se concentran en una pared visible desde la sala de estar, y la composición de columnas se desplaza a un hueco situado bajo las escaleras de acceso a la planta superior. Esta solución permite dotar a la cocina de gran capacidad de almacenamiento y, al mismo tiempo, evita sobrecargar el ambiente, razón por la que también se prescinde de los muebles altos en ambos casos.
Los materiales aplicados en el suelo sirven para marcar las transiciones entre diferentes espacios: así, tanto en la cocina como en las áreas de paso se recurre a azulejos hidráulicos de Azul Acocsa, reservando el parquet de madera natural envejecida para las zonas de estar.
Gracias a su diseño y distribución, ambas cocinas consiguen ofrecer las más altas prestaciones sin renunciar a su integración en espacios destinados a trabajar, pero también a relajarse y disfrutar.
La combinación de materiales y colores aporta equilibrio a unas estancias con abundante iluminación natural y amplias vistas al exterior. Los tonos grises, presentes en los frentes del modelo SEDA y en el parquet, encuentran su contrapunto en las notas más cálidas de mesas, marcos, vigas y piedras, así como en el colorido de las baldosas del suelo.
Las soluciones de integración de electrodomésticos y zonas de almacenaje en el interior de los muebles, entre las que destaca el módulo persiana de Santos, también resultan determinantes a la hora de generar un panorama limpio y organizado.
Proyecto realizado por Traç Cuines, distribuidor de la marca Santos.
Doctor Ferran, 6-8
08034 Barcelona
T 93 206 30 40
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