Situada en una exclusiva urbanización frente a la ciudad de Toledo, esta vivienda unifamiliar disfruta de unas excelentes vistas gracias a su privilegiada implantación a media ladera desde la que se domina todo el valle del Tajo tras su lento discurrir por la histórica ciudad de Toledo.
La presencia de los aromas de la abundante vegetación autóctona así como la orientación noroeste que le aporta una apacible brisa constante y el sereno disfrute de las puestas de sol sobre el valle del Tajo, hacen de este enclave un buen lugar en el que situarse.
La potencia de las vistas sobre el valle y la atracción que estas provocan en el Arquitecto durante el proceso creativo de proyecto no podían hacer olvidar otros importantes condicionantes tales como la voluntad de preservar intacta la configuración original de la parcela para lo cual se prestó especial atención a la determinación de la posición original de todos los elementos naturales existentes (tales como rocas, árboles, desniveles…) así como al estudio de las posibles morfologías de proyecto que permitieran la coexistencia del edificio funcionalmente resuelto y la propia naturaleza del lugar.
Más allá de la conservación material del lugar en su estado original se persigue además la incorporación de la naturaleza al interior de la vivienda y el tratamiento formal de ésta como un elemento orgánico discreto y sin estridencias en el paisaje. De ahí la constante búsqueda de vistas que permitieran integrar el entorno existente al interior del edificio mediante juegos de vanos y macizos que, en unos casos consisten en grandes superficies acristaladas eliminando toda barrera visual entre el interior y el exterior y en otros casos son huecos puntuales que capturan y enmarcan porciones del paisaje.
La planta del edificio se extiende por el lugar, desarrollando todo el programa arquitectónico en tres cuerpos que albergan en su interior tres funciones claramente diferenciadas, zona de día, de noche y de servicio.
El recorrido de aproximación a la vivienda se centra en la búsqueda de la integración con la naturaleza, el acceso se produce descendiendo por una escalera italiana a lo largo de un recogido espacio ajardinado. A lo largo de este recorrido el edificio se percibe como un discreto conjunto de volúmenes bajos y nada parece advertir de la existencia del imponente espacio-mirador que constituye la plataforma del salón, la pradera de césped, la piscina…desde el cual se domina el valle del Tajo y que, manteniendo la privacidad, multiplica el perímetro de contacto con el espacio exterior, paisaje y casa entendidos como un continuo.
Arquitectos: TASH - Taller de Arquitectura Sánchez-Horneros
Año de la Obra:2009
Área construida:441 m²
Ubicación: Toledo, España
Equipo: Emilio Sánchez-Horneros, Antonio Sánchez-Horneros, Javier Rodríguez, Alberto di Nunzio, David Melar, Emilio Gomez, Cecilio aguilera, Antonio Calvo, Nieves Somocarrera
Ingeniería Estructural: Antonio de Blas
Ingeniería Técnica: Francisco Guadamillas, Alberto de la Cal
Cliente: JMSR Servicios y Estudios S.L Construction: Antonio Azuela S.L.
Fotógrafo: Miguel de Guzmán
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