Una reforma que unió arquitectura y decoración convirtió este pequeño monoambiente en un espacio informal, colorido y de múltiples posibilidades.
La reforma a cargo de la arquitecta Carolina Peuriot y su madre, la decoradora Magdalena Rodríguez Ballester, juntas al frente de Innovart, se orientó a cubrir las necesidades espaciales y estéticas de una diseñadora.
"Trabajamos muy unidas, porque las decisiones arquitectónicas dependen mucho del estilo de la decoración y viceversa. Por otro lado, el hecho de ser madre e hija benefició el ritmo de la obra: tenemos toda la confianza para decir cuando algo no nos gusta sin competencias ni susceptibilidades, mucha libertad para aportar ideas a lo que hace la otra, y creo que eso contribuye a que logremos resultados desestructurados", comenta Carolina.
Eso resulta evidente en esta reforma -que incluyó cambiar caños, reformular el tendido eléctrico, abrir un vano y crear un entrepiso– que cobra una personalidad especial por el esfuerzo y, por qué no, por el entusiasmo con que encaró la puesta en escena: "Durante la obra, recorrimos juntas el barrio: el mercado, los barcitos y las tiendas de diseño que se están instalando en San Telmo, para inspirarnos y encontrar elementos únicos".
ENTREPISO
El entrepiso se aprovechó como un ambiente más donde alojar a un invitado o bien disponer el dormitorio y así liberar la planta baja.
CAMA / SILLÓN
En el bajo-ventana se ubicó un sommier que puede ser utilizado como cama o simplemente como sillón, con almohadones que se aprovechan para dar color y crear un ambiente relajado.
ESCRITORIO
En el nicho debajo de los placares, se colocó un escritorio empotrado que suma una nueva función sin invadir el espacio.
COCINA
Se abrió un vano para comunicar la cocina con el hall de entrada, que era un espacio muerto. Al modificar el acceso a la cocina, se ganó un espacio para una barra con banquetas, que también da una perspectiva más profunda al entrar.
Producción: Magdalena Rodríguez Ballester.
Fotos: Daniel Karp.
Via:www.espacioliving.com
La reforma a cargo de la arquitecta Carolina Peuriot y su madre, la decoradora Magdalena Rodríguez Ballester, juntas al frente de Innovart, se orientó a cubrir las necesidades espaciales y estéticas de una diseñadora.
"Trabajamos muy unidas, porque las decisiones arquitectónicas dependen mucho del estilo de la decoración y viceversa. Por otro lado, el hecho de ser madre e hija benefició el ritmo de la obra: tenemos toda la confianza para decir cuando algo no nos gusta sin competencias ni susceptibilidades, mucha libertad para aportar ideas a lo que hace la otra, y creo que eso contribuye a que logremos resultados desestructurados", comenta Carolina.
Eso resulta evidente en esta reforma -que incluyó cambiar caños, reformular el tendido eléctrico, abrir un vano y crear un entrepiso– que cobra una personalidad especial por el esfuerzo y, por qué no, por el entusiasmo con que encaró la puesta en escena: "Durante la obra, recorrimos juntas el barrio: el mercado, los barcitos y las tiendas de diseño que se están instalando en San Telmo, para inspirarnos y encontrar elementos únicos".
ENTREPISO
El entrepiso se aprovechó como un ambiente más donde alojar a un invitado o bien disponer el dormitorio y así liberar la planta baja.
CAMA / SILLÓN
En el bajo-ventana se ubicó un sommier que puede ser utilizado como cama o simplemente como sillón, con almohadones que se aprovechan para dar color y crear un ambiente relajado.
ESCRITORIO
En el nicho debajo de los placares, se colocó un escritorio empotrado que suma una nueva función sin invadir el espacio.
COCINA
Se abrió un vano para comunicar la cocina con el hall de entrada, que era un espacio muerto. Al modificar el acceso a la cocina, se ganó un espacio para una barra con banquetas, que también da una perspectiva más profunda al entrar.
Producción: Magdalena Rodríguez Ballester.
Fotos: Daniel Karp.
Via:www.espacioliving.com
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