Una de las tendencias que se vieron en la última feria de diseño de Milán es la de presentar ideas fáciles y asequibles.
Vimos en Missoni una idea súper copiable: una mesa de luz que imita un carretel. En ese local, hace referencia a su universo textil; en casa, lo podemos lograr con cintas, o franjas pintadas sobre carreteles de obra o, si se hacen difíciles de conseguir, hechos de pino.
Cuantas veces no sabemos cómo hacer más cómodo un sillón o un banco de madera. En vez de caer en el clásica colchoneta forrada, por qué no hacer un par de almohadones finitos unidos con velcro. Después del almuerzo, se pueden repartir en el piso para sentarse o, si no, apilar uno más para hacer una cama. También valen para respaldos y brazos. Las que saben coser, atentas a la terminación de los bordes.
Nos llamó la atención en Casamania esta instalación funcional: una composición de valijas reconvertida en placard. En el mismo stand, un nuevo llamado a las talentosas/hacendosas: pantallas tejidas, con puntos bien grandes, en una trama bien rústica y atractiva al tacto, como se usa ahora.
Es un hecho, vuelven los platos (si lo dicen en Milán...). Así que, a no tirar los platos sueltos. Cuando armen su composición, recuerden que lo que vale hacerla por tonos o por temática.
Después de una obra, hay mucho para recuperar (además de los nervios). Para los que no tiran nada, las latas de pintura –pintadas y sin la etiqueta– pueden transformarse en porta macetas. Nuevamente, en grupos de dos, por lo menos.
Vimos en Missoni una idea súper copiable: una mesa de luz que imita un carretel. En ese local, hace referencia a su universo textil; en casa, lo podemos lograr con cintas, o franjas pintadas sobre carreteles de obra o, si se hacen difíciles de conseguir, hechos de pino.
Cuantas veces no sabemos cómo hacer más cómodo un sillón o un banco de madera. En vez de caer en el clásica colchoneta forrada, por qué no hacer un par de almohadones finitos unidos con velcro. Después del almuerzo, se pueden repartir en el piso para sentarse o, si no, apilar uno más para hacer una cama. También valen para respaldos y brazos. Las que saben coser, atentas a la terminación de los bordes.
Si no se puede tener una casita en el árbol, que los chicos tengan una en su cuarto. Y con algún motivo interesante, que ellos también son sensibles y permeables al diseño.
Ésta que vimos en Magis está personalizada con stickers, pero imaginamos que no es imposible hacer una con una caja de lavarropas, por ejemplo, grande y resistente, que luego pintemos.
Nos llamó la atención en Casamania esta instalación funcional: una composición de valijas reconvertida en placard. En el mismo stand, un nuevo llamado a las talentosas/hacendosas: pantallas tejidas, con puntos bien grandes, en una trama bien rústica y atractiva al tacto, como se usa ahora.
Es un hecho, vuelven los platos (si lo dicen en Milán...). Así que, a no tirar los platos sueltos. Cuando armen su composición, recuerden que lo que vale hacerla por tonos o por temática.
Después de una obra, hay mucho para recuperar (además de los nervios). Para los que no tiran nada, las latas de pintura –pintadas y sin la etiqueta– pueden transformarse en porta macetas. Nuevamente, en grupos de dos, por lo menos.
Auge de las colecciones. Un modo de tenerlas es en pequeñas vitrinas hechas con peceras. que no necesariamente tienen que exhibir cosas lujosas. Acá, lo que gana es el color, y nada mejor para mostrarlo que un surtido de carreteles de hilo.
Mira mas diseños de Milan Design Week 2010 en esta categoria especial.
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