Con nuevos revestimientos y un llamativo papel pintado se cambió el aspecto de esta cocina cuyo espacio permitió instalar una original isla central.
Para aprovechar bien el espacio, el mobiliario se distribuyó en dos paredes enfrentadas y en el centro, se instaló una isla. En la entrada a la cocina se colocaron dos baldas negras a modo de aparador, para exhibir parte de la vajilla.
Pegados a la pared y junto a la ventana se dispusieron el fregadero, el lavavajillas y unos módulos bajos, de Ikea. Y en el lado opuesto, armarios altos y bajos más la columna con el horno. La pared frontal se dejó despejada, para que el papel pintado luciera más, aunque se aprovechó con accesorios colgados.
Una cocina con muebles en paralelo y una isla central.
En esta cocina cuadrada el mobiliario lacado en blanco se distribuyó en paralelo en dos paredes enfrentadas y en el centro, se dispuso una isla. Una vez resuelta la distribución sobre el plano, se decidió actualizar su aspecto ya que tanto el alicatado como el suelo estaban muy desgastados.
A la pared frontal, libre de mobiliario, se le sacó partido con una práctica barra con especiero.
Alejada del papel pintado, se instaló una zona de cocción doble (de gas y eléctrica) y un fregadero redondo encastrado en la encimera.
La ventaja de las cocinas cuadradas —como esta— es que permiten aprovechar al máximo el espacio: los muebles se adosan a la pared y el centro queda despejado para poner un pequeño office o una isla central, como aquí.
- Elige un pavimento claro con el fin de aumentar la sensación de amplitud. En esta cocina, el antiguo terrazo oscuro dio paso a un suelo de linóleo en blanco, a juego con el mobiliario original, que se respetó.
- Atrévete a darle a tu cocina un toque audaz, por ejemplo, sustituye los azulejos por un llamativo papel pintado como este.
El extractor de humos se integró perfectamente en la cocina, al esconderlo tras una estructura de madera forrada con el mismo papel que las paredes. Para restarle seriedad, se eligió un remate en ondas esmaltado en negro, a juego con la carpintería de las ventanas.
En cualquier cocina el orden es vital. En esta se eligieron accesorios prácticos para que cada utensilio esté en su sitio y se encuentre fácilmente. Prueba de ello es esta bandeja cubertero, con compartimento para cuchillos que se adapta a la medida del cajón.
1 ZONA DE TRABAJO Y FREGADERO. En uno de los laterales se dispuso una zona de armarios bajos con encimera para trabajar cerca de la ventana y, junto a ella, se encastró el fregadero de doble seno y el lavavajillas.
2 ISLA CENTRAL. Como se decidió empapelar la cocina, se colocó la zona de cocción en una isla central, lejos de salpicaduras. Además del módulo eléctrico se instaló uno de gas y un fregadero extra. Sobre ellos destaca la original campana extractora, recubierta de madera y forrada con papel pintado.
3 ALMACÉN Y ELECTRODOMÉSTICOS. Al otro lado de la cocina se colocó una amplia zona de almacenamiento inferior y superior. Este espacio se aprovechó también para encastrar la columna con el horno, el frigo y la lavadora.
Via:www.micasarevista.com
Para aprovechar bien el espacio, el mobiliario se distribuyó en dos paredes enfrentadas y en el centro, se instaló una isla. En la entrada a la cocina se colocaron dos baldas negras a modo de aparador, para exhibir parte de la vajilla.
Pegados a la pared y junto a la ventana se dispusieron el fregadero, el lavavajillas y unos módulos bajos, de Ikea. Y en el lado opuesto, armarios altos y bajos más la columna con el horno. La pared frontal se dejó despejada, para que el papel pintado luciera más, aunque se aprovechó con accesorios colgados.
Una cocina con muebles en paralelo y una isla central.
En esta cocina cuadrada el mobiliario lacado en blanco se distribuyó en paralelo en dos paredes enfrentadas y en el centro, se dispuso una isla. Una vez resuelta la distribución sobre el plano, se decidió actualizar su aspecto ya que tanto el alicatado como el suelo estaban muy desgastados.
A la pared frontal, libre de mobiliario, se le sacó partido con una práctica barra con especiero.
Alejada del papel pintado, se instaló una zona de cocción doble (de gas y eléctrica) y un fregadero redondo encastrado en la encimera.
La ventaja de las cocinas cuadradas —como esta— es que permiten aprovechar al máximo el espacio: los muebles se adosan a la pared y el centro queda despejado para poner un pequeño office o una isla central, como aquí.
- Elige un pavimento claro con el fin de aumentar la sensación de amplitud. En esta cocina, el antiguo terrazo oscuro dio paso a un suelo de linóleo en blanco, a juego con el mobiliario original, que se respetó.
- Atrévete a darle a tu cocina un toque audaz, por ejemplo, sustituye los azulejos por un llamativo papel pintado como este.
El extractor de humos se integró perfectamente en la cocina, al esconderlo tras una estructura de madera forrada con el mismo papel que las paredes. Para restarle seriedad, se eligió un remate en ondas esmaltado en negro, a juego con la carpintería de las ventanas.
En cualquier cocina el orden es vital. En esta se eligieron accesorios prácticos para que cada utensilio esté en su sitio y se encuentre fácilmente. Prueba de ello es esta bandeja cubertero, con compartimento para cuchillos que se adapta a la medida del cajón.
1 ZONA DE TRABAJO Y FREGADERO. En uno de los laterales se dispuso una zona de armarios bajos con encimera para trabajar cerca de la ventana y, junto a ella, se encastró el fregadero de doble seno y el lavavajillas.
2 ISLA CENTRAL. Como se decidió empapelar la cocina, se colocó la zona de cocción en una isla central, lejos de salpicaduras. Además del módulo eléctrico se instaló uno de gas y un fregadero extra. Sobre ellos destaca la original campana extractora, recubierta de madera y forrada con papel pintado.
3 ALMACÉN Y ELECTRODOMÉSTICOS. Al otro lado de la cocina se colocó una amplia zona de almacenamiento inferior y superior. Este espacio se aprovechó también para encastrar la columna con el horno, el frigo y la lavadora.
Via:www.micasarevista.com
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