Los lofts son lugares especiales. Y no sólo por lo amplios, luminosos y funcionales, sino porque además producen en quien los habita y visita una poderosa "sensación de lugar".
El muro sobre el que se colgaron las dos repisas de madera era el único que originalmente estaba en el loft. A los costados se colocaron sendas paredes de placa de yeso, que se utilizaron para sectorizar el dormitorio.
Cuando el diseñador de interiores Roberto Brenlla llegó a este loft en Palermo, notó que no era la excepción. Ubicado en un edificio que alguna vez había sido una fábrica, los metros disponibles se destacaban por sus dimensiones generosas, grandes ventanales y una serie de columnas y vigas de hormigón a la vista que aún tenían las marcas del encofrado: una estética típica de este tipo de espacios.
El dueño de casa tenía la necesidad concreta de guardar una gran cantidad de discos compactos, y para eso contaba de antemano con una biblioteca de petiribí. El sofá del comedor mantiene las líneas simples del resto del mobiliario.
"Recibí el departamento tal como la constructora se lo había entregado al propietario: con estructura a la vista, amoblamiento en la cocina y el baño principal armado. Mi tarea, entonces, fue realizar el proyecto de diseño de interior, la gestión de la obra y la supervisión de los trabajos hechos en talleres", explica el profesional.
El dormitorio se delimitó mediante placas de yeso con la idea de otorgarle una mayor intimidad.
"Con respecto al diseño, siempre digo que es una tarea que va gestándose en conjunto con el cliente. Desde luego que yo sumo mi conocimiento técnico, pero ante todo respeto sus gustos, preferencias y posibilidades".
La separación entre el cuarto y el living, en tanto, se planteó a través de una estructura de madera con una puerta corrediza, una repisa colgante y un vano que puede cerrarse mediante una cortina plisada para oscurecer el ambiente.
En el sector de la entrada había un pequeño espacio (ideal para dejar paraguas, abrigos o almacenar objetos “en tránsito”) que se cerró con puertas.
Producción: Arq. Eugenia Cides
Fotos: Daniel Karp
Texto: Verónica Ocvirk.
Via:www.espacioliving.com
El muro sobre el que se colgaron las dos repisas de madera era el único que originalmente estaba en el loft. A los costados se colocaron sendas paredes de placa de yeso, que se utilizaron para sectorizar el dormitorio.
Cuando el diseñador de interiores Roberto Brenlla llegó a este loft en Palermo, notó que no era la excepción. Ubicado en un edificio que alguna vez había sido una fábrica, los metros disponibles se destacaban por sus dimensiones generosas, grandes ventanales y una serie de columnas y vigas de hormigón a la vista que aún tenían las marcas del encofrado: una estética típica de este tipo de espacios.
El dueño de casa tenía la necesidad concreta de guardar una gran cantidad de discos compactos, y para eso contaba de antemano con una biblioteca de petiribí. El sofá del comedor mantiene las líneas simples del resto del mobiliario.
"Recibí el departamento tal como la constructora se lo había entregado al propietario: con estructura a la vista, amoblamiento en la cocina y el baño principal armado. Mi tarea, entonces, fue realizar el proyecto de diseño de interior, la gestión de la obra y la supervisión de los trabajos hechos en talleres", explica el profesional.
El dormitorio se delimitó mediante placas de yeso con la idea de otorgarle una mayor intimidad.
"Con respecto al diseño, siempre digo que es una tarea que va gestándose en conjunto con el cliente. Desde luego que yo sumo mi conocimiento técnico, pero ante todo respeto sus gustos, preferencias y posibilidades".
La separación entre el cuarto y el living, en tanto, se planteó a través de una estructura de madera con una puerta corrediza, una repisa colgante y un vano que puede cerrarse mediante una cortina plisada para oscurecer el ambiente.
En el sector de la entrada había un pequeño espacio (ideal para dejar paraguas, abrigos o almacenar objetos “en tránsito”) que se cerró con puertas.
Producción: Arq. Eugenia Cides
Fotos: Daniel Karp
Texto: Verónica Ocvirk.
Via:www.espacioliving.com
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