Esta moderna edificación, situada en Sidney, en una escarpada colina frente al mar, fue diseñada por Andrew Burges Architects, en 2009. El antiguo apartamento de cuatro pisos que ocupaba la parcela fue demolido y en su lugar se proyectó uno nuevo edificio de siete niveles repartidos entre dos apartamentos de lujo y una caseta para barcas.
La principal intención respecto a la caseta era colocarla como un elemento tallado en la colina en lugar de hacer un edificio exento, ubicado en el espacio público de la playa. Y así se hizo, pasando a formar parte de la configuración de la propiedad.
Esta presencia más discreta dentro de los muros brindó la oportunidad de hacer una sala casi al borde del agua con una escala y una proporción muy familiares, con paredes interiores de piedra de 4,5 m, haciendo la estancia tan alta como profunda. Además, se construyó un sólido umbral y se dotó al interior de una calidad superior a la de las ligeras estructuras de madera de las casetas para barcas que hay en los alrededores.
Sobre ella se construyeron las dos viviendas de lujo: una de tres pisos y la otra, un dúplex con un patio privado en la parte posterior, que disfrutan de unas magníficas vistas del puerto y del mar. En los apartamentos, la madera de un suave tono rojizo los convierte en espacios cálidos y urbanitas, con un mobiliario estéticamente alejado de los convencionalismo de las casas de playa.
Descendiendo a través de los siete niveles del edificio, los materiales van cambiando, pasando de los más refinados o otros menos elaborados. Para los espacios más cercanos al agua, se han seleccionado materiales que funcionan en las estructuras más comunes de la línea de costa: piedra arenisca, hormigón visto y madera reciclada.
Proyecto: Harbourside Apartments & Boathouse.
Localización: Sidney (Australia).
Arquitectos: Andrew Burges Architects.
Equipo de proyecto: Andrew Burges, Jeremy Bull, Celia Carroll, Louise Lovmand, Cameron Donald, Joanna Butler.
Fotografías: Ross Honysett (www.rosshoneysett.com)
La principal intención respecto a la caseta era colocarla como un elemento tallado en la colina en lugar de hacer un edificio exento, ubicado en el espacio público de la playa. Y así se hizo, pasando a formar parte de la configuración de la propiedad.
Esta presencia más discreta dentro de los muros brindó la oportunidad de hacer una sala casi al borde del agua con una escala y una proporción muy familiares, con paredes interiores de piedra de 4,5 m, haciendo la estancia tan alta como profunda. Además, se construyó un sólido umbral y se dotó al interior de una calidad superior a la de las ligeras estructuras de madera de las casetas para barcas que hay en los alrededores.
Sobre ella se construyeron las dos viviendas de lujo: una de tres pisos y la otra, un dúplex con un patio privado en la parte posterior, que disfrutan de unas magníficas vistas del puerto y del mar. En los apartamentos, la madera de un suave tono rojizo los convierte en espacios cálidos y urbanitas, con un mobiliario estéticamente alejado de los convencionalismo de las casas de playa.
Descendiendo a través de los siete niveles del edificio, los materiales van cambiando, pasando de los más refinados o otros menos elaborados. Para los espacios más cercanos al agua, se han seleccionado materiales que funcionan en las estructuras más comunes de la línea de costa: piedra arenisca, hormigón visto y madera reciclada.
Proyecto: Harbourside Apartments & Boathouse.
Localización: Sidney (Australia).
Arquitectos: Andrew Burges Architects.
Equipo de proyecto: Andrew Burges, Jeremy Bull, Celia Carroll, Louise Lovmand, Cameron Donald, Joanna Butler.
Fotografías: Ross Honysett (www.rosshoneysett.com)
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