Los propietarios de esta vivienda señorial, situada en el madrileño barrio de Salamanca, han afrontado una reforma integral con el objetivo de acondicionarla para su alquiler.
La cocina se ubica en una estancia comunicada con una terraza exterior a través de una amplia cristalera, por lo que recibe abundante luz natural. Docrys & DC potencia este factor a través de una paleta cromática dominada por el blanco, aplicado en paredes, techo, lámparas, puertas, marcos, suelo y mobiliario de cocina.
Para este último se opta por el modelo LINE-L Blanco polar de Santos, un diseño contemporáneo que, con su perfil minimalista, de líneas rectas y frentes lisos, se fusiona perfectamente con otros elementos más clásicos como, por ejemplo, el pavimento de mármol o las vigas de madera. El color negro, reservado a encimeras, taburetes, carpintería de la cristalera y frentes de vidrio de los muebles altos, aporta una nota de contraste que confiere mayor dimensión y profundidad al conjunto. Además, las encimeras y los frentes de vidrio negro generan un efecto espejo que multiplica la luminosidad de la cocina.
El resultado es un ambiente diáfano, luminoso y acogedor, en el que se respira serenidad y equilibrio, y que resulta perfecto tanto para trabajar como para disfrutar en compañía.
La cocina se articula alrededor de una isla con zona de fregado y amplia encimera. Su papel protagonista como centro neurálgico de la estancia se refuerza a través de dos elegantes lámparas industriales de aluminio que cuelgan sobre ella.
El resto del mobiliario se distribuye a partir de este elemento: en perpendicular a la isla se dispone, a un lado, un lineal de armarios columna que aglutina varios electrodomésticos y módulos de servicio de forma compacta y organizada y, al otro, una composición de muebles bajos y altos que acoge la zona de cocción.
El equipamiento se completa con una segunda composición de módulos bajos y altos, situada detrás de la isla, que incorpora espacios para trabajar y almacenar.
Esta organización favorece la entrada de luz natural a la estancia, reduce los desplazamientos a la hora de preparar un plato y facilita el trabajo en equipo, pues el corredor libre alrededor de la isla permite que varios usuarios compartan espacios o tareas sin molestarse.
La cocina se ubica en la última estancia de la casa, pero resulta directamente accesible para el personal de servicio a través de una puerta destinada a este uso.
El frente liso sin tirador del modelo LINE-L destaca por su aportación estética, pero también por su función práctica ya que,
gracias al sistema de gola continua, permite abrir los módulos bajos, altos y columna en cualquier punto. Para lograrlo, Santos fija un perfil de aluminio en el mueble que deja espacio suficiente para tirar del frente y abrirlo de forma cómoda y segura.
Esta cocina incluye soluciones de ventilación que, al mejorar la circulación del aire en la zona de los electrodomésticos, contribuyen a su correcto funcionamiento y a la prolongación de su vida útil. Así, la columna portafrigorífico incluye un zócalo ventilado, y el módulo portaplaca un discreto rebaje fresado en la gola, desarrollado por Santos, que permite mantener el diseño de los frentes y aprovechar el cajón situado bajo la placa.
Santos fabrica las partes del módulo portafregadero más susceptibles de entrar en contacto con el agua en tablero marino laminado, un material muy resistente a la humedad, los detergentes y el desgaste.
Proyecto realizado por Docrys Cocinas, distribuidor de la marca Santos.
Avenida de la Osa Mayor, 29
28023 Madrid
T 913 071 207
F 913 572 011
diseno@docryscocinas.es
www.docryscocinas.es
FOTOGRAFÍA
David Frutos
La cocina se ubica en una estancia comunicada con una terraza exterior a través de una amplia cristalera, por lo que recibe abundante luz natural. Docrys & DC potencia este factor a través de una paleta cromática dominada por el blanco, aplicado en paredes, techo, lámparas, puertas, marcos, suelo y mobiliario de cocina.
Para este último se opta por el modelo LINE-L Blanco polar de Santos, un diseño contemporáneo que, con su perfil minimalista, de líneas rectas y frentes lisos, se fusiona perfectamente con otros elementos más clásicos como, por ejemplo, el pavimento de mármol o las vigas de madera. El color negro, reservado a encimeras, taburetes, carpintería de la cristalera y frentes de vidrio de los muebles altos, aporta una nota de contraste que confiere mayor dimensión y profundidad al conjunto. Además, las encimeras y los frentes de vidrio negro generan un efecto espejo que multiplica la luminosidad de la cocina.
El resultado es un ambiente diáfano, luminoso y acogedor, en el que se respira serenidad y equilibrio, y que resulta perfecto tanto para trabajar como para disfrutar en compañía.
La cocina se articula alrededor de una isla con zona de fregado y amplia encimera. Su papel protagonista como centro neurálgico de la estancia se refuerza a través de dos elegantes lámparas industriales de aluminio que cuelgan sobre ella.
El resto del mobiliario se distribuye a partir de este elemento: en perpendicular a la isla se dispone, a un lado, un lineal de armarios columna que aglutina varios electrodomésticos y módulos de servicio de forma compacta y organizada y, al otro, una composición de muebles bajos y altos que acoge la zona de cocción.
El equipamiento se completa con una segunda composición de módulos bajos y altos, situada detrás de la isla, que incorpora espacios para trabajar y almacenar.
Esta organización favorece la entrada de luz natural a la estancia, reduce los desplazamientos a la hora de preparar un plato y facilita el trabajo en equipo, pues el corredor libre alrededor de la isla permite que varios usuarios compartan espacios o tareas sin molestarse.
La cocina se ubica en la última estancia de la casa, pero resulta directamente accesible para el personal de servicio a través de una puerta destinada a este uso.
El frente liso sin tirador del modelo LINE-L destaca por su aportación estética, pero también por su función práctica ya que,
gracias al sistema de gola continua, permite abrir los módulos bajos, altos y columna en cualquier punto. Para lograrlo, Santos fija un perfil de aluminio en el mueble que deja espacio suficiente para tirar del frente y abrirlo de forma cómoda y segura.
Esta cocina incluye soluciones de ventilación que, al mejorar la circulación del aire en la zona de los electrodomésticos, contribuyen a su correcto funcionamiento y a la prolongación de su vida útil. Así, la columna portafrigorífico incluye un zócalo ventilado, y el módulo portaplaca un discreto rebaje fresado en la gola, desarrollado por Santos, que permite mantener el diseño de los frentes y aprovechar el cajón situado bajo la placa.
Santos fabrica las partes del módulo portafregadero más susceptibles de entrar en contacto con el agua en tablero marino laminado, un material muy resistente a la humedad, los detergentes y el desgaste.
Proyecto realizado por Docrys Cocinas, distribuidor de la marca Santos.
Avenida de la Osa Mayor, 29
28023 Madrid
T 913 071 207
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diseno@docryscocinas.es
www.docryscocinas.es
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