En este departamento, 43 m2 resultan suficientes para trabajar, disfrutar y hasta armar el cuarto de un bebé en camino.
Estaban tan seguros de que éste era el departamento que querían que no dudaron en rescindir el contrato de su casa anterior, incluso a sabiendas de que a la construcción aún le faltaban cuatro meses de obra. "Rotamos de casa en casa, de lo de mi mamá a lo de mi suegra, arrastrando nuestras cosas de acá para allá, ¡muy a lo gitano!", relata entre risas Javier Csecs, fotógrafo y colaborador de Living, y el primero de los dueños de esta casa. La segunda, claro, es su mujer, gran generadora de los brillantes destellos de creatividad que este departamento de 43m2 despliega en cada rincón.
Cortinas de blackout roller, mueble antiguo con puerta y espejo traído de un anticuario de Rosario con farolitos chinos.
Hoy, dos años y medio después de aquella mudanza, la casa ha encontrado la sintonía perfecta entre comodidad y espacio, delineando sus ambientes acorde con las necesidades de sus propietarios. Así, un escritorio de trabajo, ubicado dentro del living, se integra a la vida cotidiana sin mayores discordancias, al tiempo que la barra ha logrado optimizar el espacio suplantando una posible mesa de comedor.
En el futuro del departamento, además, se vislumbran cambios mayores: "Estamos pensando en extender el semipiso hasta la altura de la ventana superior, para convertirlo en un piso completo que permita agregar un nuevo dormitorio", relata Javier. Segundos después, el motivo de la reforma se colará entre sonrisas y alegrará aún más el panorama: "¡Vamos a ser papás!"
* Aprovechando que sus dueños compraron el departamento cuando aún era un pozo de construcción, las pequeñas reformas hechas no sólo se hicieron simples, sino que también corrieron con la ventaja de elegir ciertos materiales.
* Los azulejos de la cocina, anteriormente "grandes y de un beige medio no muy elegante", según Javier, fueron reemplazados por cerámicos Portobello, blancos y mucho más alegres.
* La barra de la cocina, realizada en una madera muy oscura, fue extendida hasta generar un espacio a medida para la heladera, lo que le brindó más espacio al sector de las bachas.
* La próxima remodelación, con vistas a ampliar el espacio de dormitorios, pretende agregar un piso con mosaicos de vidrio, que permita optimizar la luz natural.
* Los farolitos chinos enlazados con lucecitas de Navidad, creación de la dueña de casa y colocados sobre un aparador del living, son una buena idea para llevar luz a rincones ocultos y generalmente oscuros.
Iluminación con dicroicas, una lámpara de techo y de escritorio.
Estaban tan seguros de que éste era el departamento que querían que no dudaron en rescindir el contrato de su casa anterior, incluso a sabiendas de que a la construcción aún le faltaban cuatro meses de obra. "Rotamos de casa en casa, de lo de mi mamá a lo de mi suegra, arrastrando nuestras cosas de acá para allá, ¡muy a lo gitano!", relata entre risas Javier Csecs, fotógrafo y colaborador de Living, y el primero de los dueños de esta casa. La segunda, claro, es su mujer, gran generadora de los brillantes destellos de creatividad que este departamento de 43m2 despliega en cada rincón.
Cortinas de blackout roller, mueble antiguo con puerta y espejo traído de un anticuario de Rosario con farolitos chinos.
Hoy, dos años y medio después de aquella mudanza, la casa ha encontrado la sintonía perfecta entre comodidad y espacio, delineando sus ambientes acorde con las necesidades de sus propietarios. Así, un escritorio de trabajo, ubicado dentro del living, se integra a la vida cotidiana sin mayores discordancias, al tiempo que la barra ha logrado optimizar el espacio suplantando una posible mesa de comedor.
En el futuro del departamento, además, se vislumbran cambios mayores: "Estamos pensando en extender el semipiso hasta la altura de la ventana superior, para convertirlo en un piso completo que permita agregar un nuevo dormitorio", relata Javier. Segundos después, el motivo de la reforma se colará entre sonrisas y alegrará aún más el panorama: "¡Vamos a ser papás!"
Algo para contar
* Aprovechando que sus dueños compraron el departamento cuando aún era un pozo de construcción, las pequeñas reformas hechas no sólo se hicieron simples, sino que también corrieron con la ventaja de elegir ciertos materiales.
* Los azulejos de la cocina, anteriormente "grandes y de un beige medio no muy elegante", según Javier, fueron reemplazados por cerámicos Portobello, blancos y mucho más alegres.
* La barra de la cocina, realizada en una madera muy oscura, fue extendida hasta generar un espacio a medida para la heladera, lo que le brindó más espacio al sector de las bachas.
* La próxima remodelación, con vistas a ampliar el espacio de dormitorios, pretende agregar un piso con mosaicos de vidrio, que permita optimizar la luz natural.
* Los farolitos chinos enlazados con lucecitas de Navidad, creación de la dueña de casa y colocados sobre un aparador del living, son una buena idea para llevar luz a rincones ocultos y generalmente oscuros.
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