Esta propuesta logra equilibrar el espacio abierto y el íntimo, muebles bien elegidos y riqueza textil hacen de este casa un lugar para vivir en armonía.
Cuando Alex Romero Carranza y Mercedes Piñero decidieron mudarse, buscaron una casa urbana con un espacio al aire libre donde su pequeño hijo de un año y medio pudiera jugar en contacto con una porción de cielo y verde.
La encontraron en el barrio de Palermo Viejo: silenciosa, amplia y visitada por los pájaros, enseguida advirtieron que su generoso patio se convertiría en el corazón de la vida familiar.
El juego de mesa y sillas de jardín en hierro pintado de blanco recuerda los patios de antaño.
Con techos altos, ambientes frescos debido a sus paredes gruesas y puertas con grandes vidrios que conectaban el interior con el exterior, esta vieja casa chorizo reunía todo lo necesario para satisfacer el estilo de vida del matrimonio. Sobre todo teniendo en cuenta que la construcción ofrecía dos ambientes protegidos del trajín cotidiano, ideales para ubicar la suite principal y el estudio de fotografía de Alex.
Caballete de campaña con pintura de Gastón Bacqué. Los sillones escandinavos y el sofá ganan calidez con almohadones tejidos a mano.
También les resultó fácil imaginar dónde iban a poner cada uno de sus muebles, y –frecuentes visitantes del Mercado de Pulgas y otros lugares de venta de objetos viejos– fantasear con los nuevos que irían incorporando a los ambientes. Amantes de los textiles, presentes en toda la casa, siempre vuelven de sus viajes con un nuevo ejemplar en sus valijas: ya sea una alfombra de Marruecos o un tejido del Norte argentino.
En el living se luce la biblioteca realizada con placas de yeso y spots embutidos en los estantes. Los dueños decoraron con sus objetos y recuerdos preferidos.
Con vista y acceso directo al patio, en la cocina se imponen también el verde y la luz, que ingresan a través del ventanal de hierro y vidrio repartido.
Combinación de géneros: cama con respaldo en tela teñida a mano (Ana Fuchs) y guarda de terciopelo, sábanas de lino, colcha y funda de edredón de lino
En el dormitorio del bebé, cuna de hierro, mueble de droguería convertido en ropero y cortinas estampadas a mano
Cuando Alex Romero Carranza y Mercedes Piñero decidieron mudarse, buscaron una casa urbana con un espacio al aire libre donde su pequeño hijo de un año y medio pudiera jugar en contacto con una porción de cielo y verde.
La encontraron en el barrio de Palermo Viejo: silenciosa, amplia y visitada por los pájaros, enseguida advirtieron que su generoso patio se convertiría en el corazón de la vida familiar.
Patio con piso en damero, alma y pulmón de la casa, se ingresa desde la calle y desde los ambientes de la planta baja. La escalera lleva al dormitorio principal .
El juego de mesa y sillas de jardín en hierro pintado de blanco recuerda los patios de antaño.
Con techos altos, ambientes frescos debido a sus paredes gruesas y puertas con grandes vidrios que conectaban el interior con el exterior, esta vieja casa chorizo reunía todo lo necesario para satisfacer el estilo de vida del matrimonio. Sobre todo teniendo en cuenta que la construcción ofrecía dos ambientes protegidos del trajín cotidiano, ideales para ubicar la suite principal y el estudio de fotografía de Alex.
Caballete de campaña con pintura de Gastón Bacqué. Los sillones escandinavos y el sofá ganan calidez con almohadones tejidos a mano.
También les resultó fácil imaginar dónde iban a poner cada uno de sus muebles, y –frecuentes visitantes del Mercado de Pulgas y otros lugares de venta de objetos viejos– fantasear con los nuevos que irían incorporando a los ambientes. Amantes de los textiles, presentes en toda la casa, siempre vuelven de sus viajes con un nuevo ejemplar en sus valijas: ya sea una alfombra de Marruecos o un tejido del Norte argentino.
En el living se luce la biblioteca realizada con placas de yeso y spots embutidos en los estantes. Los dueños decoraron con sus objetos y recuerdos preferidos.
Con vista y acceso directo al patio, en la cocina se imponen también el verde y la luz, que ingresan a través del ventanal de hierro y vidrio repartido.
Combinación de géneros: cama con respaldo en tela teñida a mano (Ana Fuchs) y guarda de terciopelo, sábanas de lino, colcha y funda de edredón de lino
En el dormitorio del bebé, cuna de hierro, mueble de droguería convertido en ropero y cortinas estampadas a mano
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