En Villa Allende, el arquitecto Eduardo Vázquez abre las puertas de su casa, pensada con conceptos industriales y visión contemporánea.
"Me gusta investigar nuevas posibilidades, cambiar el rol típico del uso de materiales y resignificarlos", comienza relatando el arquitecto Eduardo Vazquez cuando le preguntamos sobre el proceso creativo que lo llevó a proyectar y construir su casa en Villa Allende, Córdoba.
Una vivienda ecológica y auto sustentable que desde lo arquitectónico rompe con varios esquemas típicos de construcción y diseño.
Poltrona de Le Corbusier (Vahume), dúo de sillones Wassily del diseñador alemán de la Bauhaus, Marcel Breuer, ubicados junto al sillón de tres cuerpos estilo Chesterfield.
Con un currículum cargado en obras industriales y clínicas de alta complejidad, Vazquez explica que se inspiró en este tipo de proyectos para idear su casa. "A nivel personal siempre he tenido una faceta transgresora en mi faceta creativa", continúa, "por eso para mi casa decidí optar por materiales que se usan en la arquitectura industrial y probarlos para una vivienda familiar. El resultado fue más que satisfactorio", aprueba.
La chapa ondulada marca la pauta de estilo en esta casa: se utilizó como un económico material constructivo.
"Los ingleses ya utilizaban este tipo de chapa en el siglo XIX en la época de los ferrocarriles y en las viviendas Patagónicas" recuerda el arquitecto.
Sumado a esto, el dueño de casa trabajó en la idea de crear un espacio sustentable. Para ello diseñó un sistema de calefacción, agua y electricidad solar con células fotovoltaicas previstas en la superficie del techo.
La sensación monocromática fomente el orden visual: aquí dominan las superficies en acero inoxidable.
Cortinas roller. Se continuó con los pisos de fenólico de madera lustrado
Producción y texto: Silvina bidabehere
"Me gusta investigar nuevas posibilidades, cambiar el rol típico del uso de materiales y resignificarlos", comienza relatando el arquitecto Eduardo Vazquez cuando le preguntamos sobre el proceso creativo que lo llevó a proyectar y construir su casa en Villa Allende, Córdoba.
Una vivienda ecológica y auto sustentable que desde lo arquitectónico rompe con varios esquemas típicos de construcción y diseño.
Poltrona de Le Corbusier (Vahume), dúo de sillones Wassily del diseñador alemán de la Bauhaus, Marcel Breuer, ubicados junto al sillón de tres cuerpos estilo Chesterfield.
Con un currículum cargado en obras industriales y clínicas de alta complejidad, Vazquez explica que se inspiró en este tipo de proyectos para idear su casa. "A nivel personal siempre he tenido una faceta transgresora en mi faceta creativa", continúa, "por eso para mi casa decidí optar por materiales que se usan en la arquitectura industrial y probarlos para una vivienda familiar. El resultado fue más que satisfactorio", aprueba.
Vazquez cuenta que el uso de la chapa galvanizada, además de una gran ventaja de costo, es ideal para este tipo de zonas porque es antisísmica, mucho más aislante que la construcción tradicional y más noble al paso de los años.
La chapa ondulada marca la pauta de estilo en esta casa: se utilizó como un económico material constructivo.
"Los ingleses ya utilizaban este tipo de chapa en el siglo XIX en la época de los ferrocarriles y en las viviendas Patagónicas" recuerda el arquitecto.
Sumado a esto, el dueño de casa trabajó en la idea de crear un espacio sustentable. Para ello diseñó un sistema de calefacción, agua y electricidad solar con células fotovoltaicas previstas en la superficie del techo.
La sensación monocromática fomente el orden visual: aquí dominan las superficies en acero inoxidable.
Cortinas roller. Se continuó con los pisos de fenólico de madera lustrado
Producción y texto: Silvina bidabehere
Fotos: Daniel Karp.
via:www.espacioliving.com
Comentarios
Publicar un comentario