En su casa, la decoradora Graciana Malbrán logró un clima único con muebles de varios estilos que ella misma restaura.
Sillones de madera al natural y tapizados en bull blanco. Mesa redonda en rojo y violeta, lámpara de pie.
Escritorio patinado contrasta con la mesa de caoba con cajones, las sillas inglesas y la lámpara de pie.
Malbrán siempre estuvo vinculada con la decoración: su padre fue arquitecto, su madre, decoradora y su estadía en Europa le permitió frecuentar ferias de muebles y anticuarios que alimentaron su creatividad. Ahora acaba de inaugurar la sede de El Ángel de Bollini en Córdoba, su ciudad natal.
Camas patinadas en tonos de gris y cómoda roja, blanquería, sábanas, fundas y cubreedredón rojo.
En el cuarto principal, sobre la cabecera de la cama se destaca una pintura de gran tamaño y, a los pies, dos sillas provenzales.
"Hay que conectarse con los ambientes de una casa, pensar qué necesitan y luego comenzar a poblarla de objetos." Con esta consigna, Graciana Malbrán decoró su refugio de fin de semana, donde, según ella, los objetos fueron llegando libremente hasta lograr un conjunto armónico.
Sillones de madera al natural y tapizados en bull blanco. Mesa redonda en rojo y violeta, lámpara de pie.
Las piezas que se encuentran en la casa provienen de El Ángel de Bollini, el taller de restauración que Graciana creó hace dos años, cuando volvió a Buenos Aires después de vivir varios años en Londres y Miami.
El estilo de Malbrán se basa en la puesta en valor de los muebles con materiales que respetan el medio ambiente. De esta manera, realiza pátinas, cepillados, lavados de madera o craquelados y marmolados de factura perfecta. El resultado son objetos actualizados que mantienen su condición de clásicos inalterables.
Escritorio patinado contrasta con la mesa de caoba con cajones, las sillas inglesas y la lámpara de pie.
Malbrán siempre estuvo vinculada con la decoración: su padre fue arquitecto, su madre, decoradora y su estadía en Europa le permitió frecuentar ferias de muebles y anticuarios que alimentaron su creatividad. Ahora acaba de inaugurar la sede de El Ángel de Bollini en Córdoba, su ciudad natal.
Camas patinadas en tonos de gris y cómoda roja, blanquería, sábanas, fundas y cubreedredón rojo.
En el cuarto principal, sobre la cabecera de la cama se destaca una pintura de gran tamaño y, a los pies, dos sillas provenzales.
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