A metros de la playa se erige desafiante esta casa. Moderna y funcional, su diseño se abre generoso hacia el entorno.
Sobre el garaje con puertas de pino tea material que recubre la planta baja hasta llegar al acceso principal, una terraza para mirar las olas desde el living.
Sobre un terreno privilegiado, la construcción de esta casa de 380 m2 distribuidos en dos plantas buscó aprovechar al máximo la vista al mar y, luego, adaptarla a las necesidades de sus propietarios, una familia con hijos que deseaba un espacio integrado, que también otorgara privacidad frente a la visita de amigos y familiares.
Para ellos, el Estudio pap.vodo + gil –de los arquitectos Martín Papanicolau, Pablo Vodopivec y Julián Gil– diseñó un plano moderno y de gran funcionalidad, con una vista de 180 grados a la playa, amplios espacios integrados para los ambientes de uso frecuente y sectores privados que mantienen esa personalidad abierta.
Desde el hall de entrada, vista de la sala de juegos y de la escalera que lleva hacia la segunda planta, donde se encuentran también el dormitorio principal en suite.
La madera y la luz natural tamizada por cortinas enrollables, hechas con varillas del mismo material, aportan calidez imprescindible a los espacios de paredes blanca.
Baño en suite con una gran mesada de pino tea donde se empotró la bacha oval Imola de Ferrum con grifería de FV .
Sobre el garaje con puertas de pino tea material que recubre la planta baja hasta llegar al acceso principal, una terraza para mirar las olas desde el living.
Sobre un terreno privilegiado, la construcción de esta casa de 380 m2 distribuidos en dos plantas buscó aprovechar al máximo la vista al mar y, luego, adaptarla a las necesidades de sus propietarios, una familia con hijos que deseaba un espacio integrado, que también otorgara privacidad frente a la visita de amigos y familiares.
El techo se dejó con la losa a la vista y, a modo de columnas, vigas metálicas
Para ellos, el Estudio pap.vodo + gil –de los arquitectos Martín Papanicolau, Pablo Vodopivec y Julián Gil– diseñó un plano moderno y de gran funcionalidad, con una vista de 180 grados a la playa, amplios espacios integrados para los ambientes de uso frecuente y sectores privados que mantienen esa personalidad abierta.
Desde el hall de entrada, vista de la sala de juegos y de la escalera que lleva hacia la segunda planta, donde se encuentran también el dormitorio principal en suite.
También hecha en pino tea, funciona como sector de preparado y lavado.
Una larga mesa rectangular de madera con sillas de los años 50 tapizadas en cuero negro y gris completan la ambientación.
Sobre el descanso con ojo de buey, un antiguo cartel de lata de La Paloma.
La decoración, blanca y minimalista, se limitó a dos sillones de tres cuerpos y una mesa ratona.
Como respaldar de la cama (un somier king size), se realizó un mueble en pino tea que funciona como mesa de luz y espacio de apoyo.
Una larga mesa rectangular de madera con sillas de los años 50 tapizadas en cuero negro y gris completan la ambientación.
Sobre el descanso con ojo de buey, un antiguo cartel de lata de La Paloma.
La decoración, blanca y minimalista, se limitó a dos sillones de tres cuerpos y una mesa ratona.
Como respaldar de la cama (un somier king size), se realizó un mueble en pino tea que funciona como mesa de luz y espacio de apoyo.
La madera y la luz natural tamizada por cortinas enrollables, hechas con varillas del mismo material, aportan calidez imprescindible a los espacios de paredes blanca.
Baño en suite con una gran mesada de pino tea donde se empotró la bacha oval Imola de Ferrum con grifería de FV .
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