Diseño neto y materiales modernos se combinan con muebles de estilo en este departamento de Puerto Madero, ambientado para un artista de dos mundos.
Desde el piso 24 de la torre Le Parc, la ciudad y el río se ven como obras de arte. Algo así habrá pensado el artista argentino radicado en España que eligió este espléndido dos ambientes –tiene más de 80 m2– para invertir.
Pero tanto le gustó que pensó en montarlo para tener un lugar propio cada vez que venía a Buenos Aires. De ponerlo a punto se ocupó la decoradora Cristina Uribe, su hermana, pero ambos eligieron juntos los muebles, las telas, los colores y los objetos.
"No es fácil trabajar para un hermano. Tuvimos nuestras discusiones, pero, en cierta forma esto nos unió un montón: él aportó muchas cosas y me encantó captarle el espíritu", explica Cristina, que asegura que su hermano, que tiene una fábrica muy importante de cerámicas en España, fue quien le enseñó muchos secretos sobre muebles antiguos en los viajes que hicieron juntos a Marruecos y Nueva York.
Sobre el mueble vajillero, el barral deja a mano los utensilios más vistosos.
La pileta de acero inoxidable se apoya en la mesada de granito rosa mara con alzada de espejo.
También sobre los colores: él afirma que el negro nunca debe serlo del todo: es mejor un color muy oscuro que se acerque lo más posible, y algo de esto es lo que puede verse en el baño de la suite con el gris oscuro de las paredes. "Es muy neto este departamento. Tiene muy pocos toques femeninos, quizás algo en las lámparas", agrega Cristina.
Con pisos de madera, espacios que hacen más amable la circulación como el hall de entrada, que permite ir hacia el living o hacia la cocina, un toilette además del baño de la suite y una cocina amplísima, este departamento tiene todo lo necesario para un hombre solo que quiera recibir amigos o disfrutar de la ciudad sin ataduras. Buenos Aires está a sus pies.
Producción: Ana Markarian
Desde el piso 24 de la torre Le Parc, la ciudad y el río se ven como obras de arte. Algo así habrá pensado el artista argentino radicado en España que eligió este espléndido dos ambientes –tiene más de 80 m2– para invertir.
Pero tanto le gustó que pensó en montarlo para tener un lugar propio cada vez que venía a Buenos Aires. De ponerlo a punto se ocupó la decoradora Cristina Uribe, su hermana, pero ambos eligieron juntos los muebles, las telas, los colores y los objetos.
"No es fácil trabajar para un hermano. Tuvimos nuestras discusiones, pero, en cierta forma esto nos unió un montón: él aportó muchas cosas y me encantó captarle el espíritu", explica Cristina, que asegura que su hermano, que tiene una fábrica muy importante de cerámicas en España, fue quien le enseñó muchos secretos sobre muebles antiguos en los viajes que hicieron juntos a Marruecos y Nueva York.
Sobre el mueble vajillero, el barral deja a mano los utensilios más vistosos.
La pileta de acero inoxidable se apoya en la mesada de granito rosa mara con alzada de espejo.
También sobre los colores: él afirma que el negro nunca debe serlo del todo: es mejor un color muy oscuro que se acerque lo más posible, y algo de esto es lo que puede verse en el baño de la suite con el gris oscuro de las paredes. "Es muy neto este departamento. Tiene muy pocos toques femeninos, quizás algo en las lámparas", agrega Cristina.
Con pisos de madera, espacios que hacen más amable la circulación como el hall de entrada, que permite ir hacia el living o hacia la cocina, un toilette además del baño de la suite y una cocina amplísima, este departamento tiene todo lo necesario para un hombre solo que quiera recibir amigos o disfrutar de la ciudad sin ataduras. Buenos Aires está a sus pies.
Producción: Ana Markarian
Fotos: Santiago Ciuffo
via: www.espacioliving.com
via: www.espacioliving.com
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