Dos amigas se dieron el lujo de cumplir el sueño de la "maison" en el paisaje más inesperado. Con trabajo y picardía, le devolvieron su brillo a esta casa del Delta para convertirla en su refugio de fin de semana. Estilo europeo, presupuesto en pesos y mucha idea.
La imponente fachada de La Maisonnette puede verse desde las lanchas en medio del paisaje típico del Tigre.
El proyecto de dos amigas comenzó frente al río, contemplando durante largas tardes esta casa, que fantaseaban convertir en posada. El escenario: Tigre; las protagonistas: Ana Markarian, vestuarista y estilista de decoración y moda, y Valeria Satas, productora de cine publicitario.
Llegó el bombazo de 2001 y las chicas, lejos de bajonearse, buscaron la salida creativa: "¿Y si alquilamos La Maisonnette y la hacemos posada de una vez?". Convencieron a un amigo de que les financiara la aventura y, ese verano, lo pasaron en su nuevo rol de anfitrionas.
En la casona de 1912 encontraron muebles, luminarias y objetos antiguos y de los años 60 y 70. Comenzaron por la pintura, que era gris afuera y verde adentro: en el exterior, pintaron marcos y detalles de celeste. Cuando fueron a pintar el interior, les gustó la idea de combinar este nuevo celeste con el verde original, llamado desde ese día "Verde Maisonnette".
Armaron un bed & breakfast a la europea que fue un éxito entre amigos y conocidos que iban a pasar los fines de semana lejos de la ciudad. Escritores, dramaturgos y músicos de aquí y de allá disfrutaban la calma de la ribera y las divertidísimas cenas, a las que Ana y Valeria siempre sumaban algún amigo del ambiente del cine para que el éxito fuera completo.
Producción: Ana Markarian Fotos: Juan Mario Roust.
Via: www.espacioliving.com
La imponente fachada de La Maisonnette puede verse desde las lanchas en medio del paisaje típico del Tigre.
El proyecto de dos amigas comenzó frente al río, contemplando durante largas tardes esta casa, que fantaseaban convertir en posada. El escenario: Tigre; las protagonistas: Ana Markarian, vestuarista y estilista de decoración y moda, y Valeria Satas, productora de cine publicitario.
Llegó el bombazo de 2001 y las chicas, lejos de bajonearse, buscaron la salida creativa: "¿Y si alquilamos La Maisonnette y la hacemos posada de una vez?". Convencieron a un amigo de que les financiara la aventura y, ese verano, lo pasaron en su nuevo rol de anfitrionas.
En la casona de 1912 encontraron muebles, luminarias y objetos antiguos y de los años 60 y 70. Comenzaron por la pintura, que era gris afuera y verde adentro: en el exterior, pintaron marcos y detalles de celeste. Cuando fueron a pintar el interior, les gustó la idea de combinar este nuevo celeste con el verde original, llamado desde ese día "Verde Maisonnette".
Armaron un bed & breakfast a la europea que fue un éxito entre amigos y conocidos que iban a pasar los fines de semana lejos de la ciudad. Escritores, dramaturgos y músicos de aquí y de allá disfrutaban la calma de la ribera y las divertidísimas cenas, a las que Ana y Valeria siempre sumaban algún amigo del ambiente del cine para que el éxito fuera completo.
Producción: Ana Markarian Fotos: Juan Mario Roust.
Via: www.espacioliving.com
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