En Roombeek, un barrio de la ciudad holandesa de Enschede, el estudio de arquitectura Superuse Studios (conocido anteriormente como 2012Architecten) construyó esta casa unifamiliar que se compone en gran parte de material de demolición y restos de fabricación. Tristemente, el barrio donde se encuentra adquirió fama por la explosión de una fábrica de material pirotécnico aunque, posteriormente, se transformó en una urbanización.
La residencia, que fue proyectada para una pareja que deseaba convertirla en un espacio donde guardar y exponer una colección de pinturas y la obra gráfica de jóvenes artistas contemporáneos, destaca por sus formas cúbicas entre el resto de las casas de la urbanización con sus tejados a dos aguas y tejados holandeses.
La construcción de dos plantas ofrece la impresión de que hubiera nacido del ensamblaje y superposición de varias cajas de diferentes tamaños, una dentro de la otra. Las líneas claras y la utilización de pocos materiales determinan su aspecto. Las zonas cerradas de la fachada están revestidas de tablas de madera verticales y tiras de acero horizontales.
En la selección del material de obra, los responsables del proyecto no sólo optaron por la utilización de material de demolición o restos de producción sino que también delimitaron la zona de la recogida a un radio de 15 kilómetros alrededor de la obra para no aumentar más los gases de CO2.
La estructura portante de la residencia Welpeloo se compone de un esqueleto de acero y se utilizan los perfiles que pertenecían antes a una máquina textil de una empresa vecina. Los tambores de madera para enrollar los cables fueron la fuente para la madera de la fachada que, para una mayor resistencia a la intemperie, fueron manipulados además con un tratamiento térmico. Gran parte de las ventanas provienen de desechos de vidrio de una cercana fábrica vidriera y para el aislamiento de fachada se reutilizaron recortes de poliestireno de un fabricante de autocaravanas próximo a la zona.
El material original para la cocina que a primera vista es blanco, así como todos los armarios empotrados, son antiguas placas publicitarias que muestran en su interior, abriendo los cajones o las puertas, los colores de su vida anterior. Los focos halógenos tienen una historia muy curiosa: los entonces 2012Architekten recogieron paraguas y las radios sirvieron para descolgarlos desde el techo.
El elevador en forma de tijeras, que se necesitaba durante el periodo de construcción, se integró en el edificio para poder subir las obras de arte más voluminosas a la planta superior. De esta forma, se cumplió una de las peticiones de los propietarios.
De esta manera, la residencia Welpeloo ha conseguido un coeficiente de material reciclado de aproximadamente el 70 %. Entre sus productos nuevos figuran los productos de baño de Duravit, elegidos por su sostenibilidad, una producción que ahorra recursos y su diseño atemporal.
En los cuartos de baño de la casa, el concepto de color se ha invertido: el negro es el color dominante. Los azulejos oscuros y las superficies de plástico de vasos de café reciclados crean un fondo de contraste para las claras líneas del lavabo blanco de Architec y la bañera de Starck. Como inodoros eligieron también productos del diseñador Philippe Starck.
Proyecto: Villa Welpeloo.
Localización: Enschede (Países Bajos).
Año: 2010.
Arquitectos: Superuse Studios (entonces 2012Architecten).
Equipo: Jan Jongert, Jeroen Bergsma, John Bosma, Frank Feder, Jos de Krieger,Tanja Lina, Carolien Karamann.
La residencia, que fue proyectada para una pareja que deseaba convertirla en un espacio donde guardar y exponer una colección de pinturas y la obra gráfica de jóvenes artistas contemporáneos, destaca por sus formas cúbicas entre el resto de las casas de la urbanización con sus tejados a dos aguas y tejados holandeses.
La construcción de dos plantas ofrece la impresión de que hubiera nacido del ensamblaje y superposición de varias cajas de diferentes tamaños, una dentro de la otra. Las líneas claras y la utilización de pocos materiales determinan su aspecto. Las zonas cerradas de la fachada están revestidas de tablas de madera verticales y tiras de acero horizontales.
En la selección del material de obra, los responsables del proyecto no sólo optaron por la utilización de material de demolición o restos de producción sino que también delimitaron la zona de la recogida a un radio de 15 kilómetros alrededor de la obra para no aumentar más los gases de CO2.
La estructura portante de la residencia Welpeloo se compone de un esqueleto de acero y se utilizan los perfiles que pertenecían antes a una máquina textil de una empresa vecina. Los tambores de madera para enrollar los cables fueron la fuente para la madera de la fachada que, para una mayor resistencia a la intemperie, fueron manipulados además con un tratamiento térmico. Gran parte de las ventanas provienen de desechos de vidrio de una cercana fábrica vidriera y para el aislamiento de fachada se reutilizaron recortes de poliestireno de un fabricante de autocaravanas próximo a la zona.
El material original para la cocina que a primera vista es blanco, así como todos los armarios empotrados, son antiguas placas publicitarias que muestran en su interior, abriendo los cajones o las puertas, los colores de su vida anterior. Los focos halógenos tienen una historia muy curiosa: los entonces 2012Architekten recogieron paraguas y las radios sirvieron para descolgarlos desde el techo.
El elevador en forma de tijeras, que se necesitaba durante el periodo de construcción, se integró en el edificio para poder subir las obras de arte más voluminosas a la planta superior. De esta forma, se cumplió una de las peticiones de los propietarios.
De esta manera, la residencia Welpeloo ha conseguido un coeficiente de material reciclado de aproximadamente el 70 %. Entre sus productos nuevos figuran los productos de baño de Duravit, elegidos por su sostenibilidad, una producción que ahorra recursos y su diseño atemporal.
En los cuartos de baño de la casa, el concepto de color se ha invertido: el negro es el color dominante. Los azulejos oscuros y las superficies de plástico de vasos de café reciclados crean un fondo de contraste para las claras líneas del lavabo blanco de Architec y la bañera de Starck. Como inodoros eligieron también productos del diseñador Philippe Starck.
Proyecto: Villa Welpeloo.
Localización: Enschede (Países Bajos).
Año: 2010.
Arquitectos: Superuse Studios (entonces 2012Architecten).
Equipo: Jan Jongert, Jeroen Bergsma, John Bosma, Frank Feder, Jos de Krieger,Tanja Lina, Carolien Karamann.
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