Asumiendo esta separación, el proyecto divide la vivienda en dos zonas:
La primera está compuesta por la cocina y un mueble móvil, que funciona a modo de barra, mesa auxiliar de cocina, y mesa de comedor. Se trata de una zona de carácter social vinculada a la entrada a la casa, donde se mejora la instalación eléctrica y de televisión para que su uso se extienda más allá del mero hecho de cocinar y comer.
La segunda estancia, en cambio, responde a necesidades de un grado de intimidad mayor. Es por ello que el espacio se fragmenta en diferentes bandejas que albergan el programa en altura, proporcionando un gradiente de intimidad sin perder la conexión visual entre las mismas. Así, la primera bandeja, que ocupa la mitad de la superficie de esta estancia, se entiende como un espacio ambiguo de vestidor y zona de estudio.
La segunda, más alta y de un cuarto de superficie de la planta, contiene el espacio para una cama de matrimonio. Para la resolución de este esquema en altura, los muebles cobran especial importancia, adaptándose a los diferentes espacios, resolviendo la imperiosa necesidad de almacenaje, y la conexión y relación entre niveles.
Desatendiendo a las normativas vigentes de habitabilidad y edificación, se confiere a cada zona la escala necesaria para su uso y a cada elemento las características oportunas. Los espacios se conforman según el volumen y la intimidad que requieren, y la riqueza viene dada por las relaciones que se generan entre estos. Por esta razón, más que hablar de espacios “encima de” o “debajo de”, también podemos hablar de “espacios entre”, “espacios al lado de” o “espacios en”.
Arquitectos: ARQUITECTURA-G
Año de la Obra: 2010
Área construida: 34 m²
Ubicación: Barcelona, España
Fotógrafo: José Hevia
Materialidad: Madera
Equipo: Jonathan Arnabat, Jordi Ayala-Bril, Aitor Fuentes, Igor Urdampilleta, David Fernández Taboada
Año de construcción: 2011
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