Una propuesta donde las texturas y colores de una artista plástica son el principal capital de la ambientación.
Besano transformó el living en un espacio vivo con la imponente obra "Aventuras". El blanco de los sillones y paredes se cortó con almohadones.
Cuando la artista plástica Alejandra Besano decidió que la pintura iba dejar de ser un hobby para convertirse en la actividad que rigiera sus días, buscó junto con su marido una casa que le permitiera incorporar el taller.
Un amplio departamento en Palermo con un gran balcón cerrado resultó ideal.
Mesas de hierro y madera y sillas de comedor recicladas por la decoradora cortándoles las patas y poniéndoles tiento a los asientos.
Bajo la dirección de la arquitecta Josefina Rodríguez Larreta y la decoradora Magela Pérez Sartori, logró una casa que aprovecha al máximo la luz natural de los ambientes y tiene el arte como eje de cada habitación.
"Es una casa súper alegre. Ahora que estoy todo el día la disfruto mucho, tiene muchas vistas", nos señala la artista.
Contiguo al taller, en lo que era el tercer dormitorio, está el cuarto de la TV, con un sofá-cama en madera laqueada blanca.
El comedor está pintado íntegramente de rojo intenso y con una atmósfera totalmente distinta al resto de la casa.
El comedor diario sigue los tonos claros de toda la casa, siempre con el sello de la artista, esta vez en las sillas pintadas por ella.
El baño se cambió por completo, con bachas dobles, nuevos sanitarios y un mueble en madera laqueada diseño de la arquitecta
Besano transformó el living en un espacio vivo con la imponente obra "Aventuras". El blanco de los sillones y paredes se cortó con almohadones.
Cuando la artista plástica Alejandra Besano decidió que la pintura iba dejar de ser un hobby para convertirse en la actividad que rigiera sus días, buscó junto con su marido una casa que le permitiera incorporar el taller.
Un amplio departamento en Palermo con un gran balcón cerrado resultó ideal.
Mesas de hierro y madera y sillas de comedor recicladas por la decoradora cortándoles las patas y poniéndoles tiento a los asientos.
Bajo la dirección de la arquitecta Josefina Rodríguez Larreta y la decoradora Magela Pérez Sartori, logró una casa que aprovecha al máximo la luz natural de los ambientes y tiene el arte como eje de cada habitación.
"Es una casa súper alegre. Ahora que estoy todo el día la disfruto mucho, tiene muchas vistas", nos señala la artista.
Además del baño, que se hizo a nuevo, el taller se reformó para integrarlo más a la casa. Los pisos se revistieron con parqué, los ventanales con cortinas romanas y, para lograr intimidad, se satinó una puerta-ventana. "Es mi ambiente preferido, tiene luz y da al verde".
Contiguo al taller, en lo que era el tercer dormitorio, está el cuarto de la TV, con un sofá-cama en madera laqueada blanca.
El comedor está pintado íntegramente de rojo intenso y con una atmósfera totalmente distinta al resto de la casa.
El comedor diario sigue los tonos claros de toda la casa, siempre con el sello de la artista, esta vez en las sillas pintadas por ella.
El baño se cambió por completo, con bachas dobles, nuevos sanitarios y un mueble en madera laqueada diseño de la arquitecta
En la habitación predomina la sencillez. La cama pintada de blanco se destaca por la manta colorada y los almohadones de picote.
CUANTAS IDEAS PARA OTRA ARTISTA PLASTICA QUE LE CUESTA ADHERIR LA CASA AL TALLER...HEMOS VISTO COMO CON PRACTICIDAD Y BUEN GUSTO...SE LOGRA. SE PUEDE.
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