Revestida en madera y con una lucarna que simula un espejo de agua, esta terraza de Barrio Parque se transformó en un espacio soñado, para tomar sol o disfrutar de un largo atardecer.
Bajo la premisa de lograr un lugar con continuidad visual y distintos espacios funcionales , Uman Arquitectura y el estudio de paisajismo de Marina Sánchez Elía cubrieron el solado existente con un deck de lapacho. Para tapar tirajes y techos vecinos, revistieron la medianera con la misma madera.
Enfrente, sillas de ratán con almohadones rayados.
Dos camas de hierro conforman el solárium, mientras que –junto a la medianera– se armó un espacio pensado como chill out con camastro de lapacho, sillas de ratán y mesa con tapa de mármol de Carrara.
Sobre la mesa, copetinero retro y jarra de vidrio prensado y, en una silla, manta verde tejida.
Para refrescarse, se instaló una ducha en la pared cercana a las camas. En el canasto de ratán, lugar para las toallas.
El color del lapacho, el blanco elegido para todos los tapizados, los distintos tonos de verdes de las plantas, dispuestas en cajones realizados también en lapacho (Estudio Sánchez Elía), más el celeste intenso de la lucarna, crean un ambiente alegre que invita a relajarse y a disfrutar del tiempo libre.
Con el fin de intensificar ese efecto, se apostó a los jazmines (la única planta de flor presente en esta terraza) para llenar el aire de perfume y a una iluminación sugestiva y puntual para destacar las distintas áreas del espacio. La presencia de otros colores se limitó a los accesorios, como las mantas y los almohadones.
Bajo la premisa de lograr un lugar con continuidad visual y distintos espacios funcionales , Uman Arquitectura y el estudio de paisajismo de Marina Sánchez Elía cubrieron el solado existente con un deck de lapacho. Para tapar tirajes y techos vecinos, revistieron la medianera con la misma madera.
Enfrente, sillas de ratán con almohadones rayados.
Dos camas de hierro conforman el solárium, mientras que –junto a la medianera– se armó un espacio pensado como chill out con camastro de lapacho, sillas de ratán y mesa con tapa de mármol de Carrara.
Sobre la mesa, copetinero retro y jarra de vidrio prensado y, en una silla, manta verde tejida.
Para refrescarse, se instaló una ducha en la pared cercana a las camas. En el canasto de ratán, lugar para las toallas.
El color del lapacho, el blanco elegido para todos los tapizados, los distintos tonos de verdes de las plantas, dispuestas en cajones realizados también en lapacho (Estudio Sánchez Elía), más el celeste intenso de la lucarna, crean un ambiente alegre que invita a relajarse y a disfrutar del tiempo libre.
Con el fin de intensificar ese efecto, se apostó a los jazmines (la única planta de flor presente en esta terraza) para llenar el aire de perfume y a una iluminación sugestiva y puntual para destacar las distintas áreas del espacio. La presencia de otros colores se limitó a los accesorios, como las mantas y los almohadones.
Comentarios
Publicar un comentario