Camuflada en un denso robledal de la provincia de Segovia, esta casa es el paradigma de construcción sostenible, que compatibiliza un alto confort y la filosofía slow de vida en el campo. Es un proyecto de La Colombina y de García Germán Arquitectos.
Cien por cien madera. Su elección en las estructuras, los suelos –paneles de virutas prensadas– y fachadas ventiladas responde a sus buenas cualidades técnicas (aislamiento, facilidad de montaje) y también a un concepto cultural de gran peso en el proyecto (calidez estética, reutilización...).
Esta casa responde al impulso vital de una pareja que decide abandonar Madrid para residir en el campo. Con un fuerte deseo de evasión, aunque sin desvincularse de la gran urbe, la zona elegida, en la sierra de Segovia, es un lugar privilegiado por el entorno natural, «que nos permite trabajar aquí, pero ir a la ciudad con frecuencia», explica Tino de la Carrera, diseñador gráfico y dueño de este unifamiliar cuya construcción responde a principios de edificación sostenible.
El salón-comedor, desde el que se da paso al resto de habitaciones, es un espléndido mirador al paisaje. La madera se revitaliza con toques de rojo y de negro, como el aparador italiano, años 70. En la pared, serigrafías de Al Meier de 1977.
Se trata de la primera vivienda de una futura urbanización ecológica que, con casas diferenciadas unas de otras, responderá a una forma de vida esencial con paneles solares, huerto propio, fosa séptica y generación de energía mediante un sistema de biomasa sencillo que reduce hasta un 70% el consumo de gas y electricidad. El proyecto está firmado por García Germán Arquitectos y la promotora La Colombina.
Desde esta perspectiva se aprecia la disposición del salón entre las dos grandes cristaleras panorámicas. En primer término, el porche, con un diseño cúbico y una profundidad que ayudan a resguardar el interior del sol directo en los meses de verano. Se equipó con mesa y sillas antiguas de jardín.
La casa se montó como un mecano en muy poco tiempo, con placas prefabricadas de madera laminada. Entre esta carcasa y la fachada ventilada hay 18 cm de aislante de lana de roca: «Es como un gran anorak que la mantiene abrigada», explica De la Carrera. En cuanto a los interiores, son diáfanos y flexibles para no obstaculizar las vistas y permiten modificar la distribución a voluntad. Y, por si fuera poco, su precio es inferior a una construcción tradicional. Es el sueño de la Arcadia hecho realidad.
El estudio de trabajo del dueño de la casa, el diseñador gráfico Tino de la Carrera, está situado en la planta superior. Detrás de él, un cartel de Saul Bass: el de la película Vértigo, de Hitchcock.
Las dos plantas de la casa se calientan mediante la estufa de leña de Hergom con acumulador a radiadores. El aislamiento de los grandes vanos es muy eficaz gracias a las carpinterías de Schüco, que llevan rotura de puente térmico y triple acristalamiento con cámara de gas argón.
IDEAS DEL PROYECTO
LA COLOMBINA (www.lacolombina.es)
GARCÍA GERMÁN ARQUITECTOS (www.garciagerman.com)
Via: www.nuevo-estilo.es
La zona del comedor sencilla y práctica, se resolvió con una mesa hecha de las mismas tablas de las paredes y patas con ruedas.
En la cocina se apuesta por la contundencia del negro en las paredes y en el mobiliario, de laca brillante combinado con madera. La alfombra añade una viva nota de color.
El concepto de reutilización se traslada también a esta estancia: el cabecero se ha construido con tablas pintadas, un maniquí antiguo hace las veces de galán de noche y la mesilla procede de un derribo.
La naturaleza se cuela en el baño a través del ventanal que cierra la ducha, revestida con piedra de Campaspero. ¿Hay mejor relax que el tacto del agua y la contemplación del paisaje? En primer término, un banco de carpintero se ha reconvertido en mueble-armario.
Cien por cien madera. Su elección en las estructuras, los suelos –paneles de virutas prensadas– y fachadas ventiladas responde a sus buenas cualidades técnicas (aislamiento, facilidad de montaje) y también a un concepto cultural de gran peso en el proyecto (calidez estética, reutilización...).
Esta casa responde al impulso vital de una pareja que decide abandonar Madrid para residir en el campo. Con un fuerte deseo de evasión, aunque sin desvincularse de la gran urbe, la zona elegida, en la sierra de Segovia, es un lugar privilegiado por el entorno natural, «que nos permite trabajar aquí, pero ir a la ciudad con frecuencia», explica Tino de la Carrera, diseñador gráfico y dueño de este unifamiliar cuya construcción responde a principios de edificación sostenible.
El salón-comedor, desde el que se da paso al resto de habitaciones, es un espléndido mirador al paisaje. La madera se revitaliza con toques de rojo y de negro, como el aparador italiano, años 70. En la pared, serigrafías de Al Meier de 1977.
Se trata de la primera vivienda de una futura urbanización ecológica que, con casas diferenciadas unas de otras, responderá a una forma de vida esencial con paneles solares, huerto propio, fosa séptica y generación de energía mediante un sistema de biomasa sencillo que reduce hasta un 70% el consumo de gas y electricidad. El proyecto está firmado por García Germán Arquitectos y la promotora La Colombina.
Desde esta perspectiva se aprecia la disposición del salón entre las dos grandes cristaleras panorámicas. En primer término, el porche, con un diseño cúbico y una profundidad que ayudan a resguardar el interior del sol directo en los meses de verano. Se equipó con mesa y sillas antiguas de jardín.
La casa se montó como un mecano en muy poco tiempo, con placas prefabricadas de madera laminada. Entre esta carcasa y la fachada ventilada hay 18 cm de aislante de lana de roca: «Es como un gran anorak que la mantiene abrigada», explica De la Carrera. En cuanto a los interiores, son diáfanos y flexibles para no obstaculizar las vistas y permiten modificar la distribución a voluntad. Y, por si fuera poco, su precio es inferior a una construcción tradicional. Es el sueño de la Arcadia hecho realidad.
El estudio de trabajo del dueño de la casa, el diseñador gráfico Tino de la Carrera, está situado en la planta superior. Detrás de él, un cartel de Saul Bass: el de la película Vértigo, de Hitchcock.
IDEAS DEL PROYECTO
LA COLOMBINA (www.lacolombina.es)
GARCÍA GERMÁN ARQUITECTOS (www.garciagerman.com)
Via: www.nuevo-estilo.es
La zona del comedor sencilla y práctica, se resolvió con una mesa hecha de las mismas tablas de las paredes y patas con ruedas.
En la cocina se apuesta por la contundencia del negro en las paredes y en el mobiliario, de laca brillante combinado con madera. La alfombra añade una viva nota de color.
El concepto de reutilización se traslada también a esta estancia: el cabecero se ha construido con tablas pintadas, un maniquí antiguo hace las veces de galán de noche y la mesilla procede de un derribo.
Que hermosa, me encanto!!!!
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