Este proyecto es un espacio de arte público en Toronto, Canadá. Realizado por landLAB en conjunto con el artista Noel Harding.
Realizado hace más de una década, el conjunto consiste en seis grandes contenedores de poliestireno que están rellenos con plásticos reciclados, actuando como maceteros hidropónicos gigantes para plantas nativas del valle del río Don. El agua que viene del río es transportada a través de bombas fotovoltáicas dentro de las esculturas, y es filtrada a través de los contenedores plantados, para luego caer en forma de cascada sobre el nivel del humedal, volviendo al río limpia.
Además de que el agua vuelve al río significativamente más limpia, el impacto de estos humedales elevados en mejorar la calidad medioambiental en general es poco significante. El agua que procesan es muy poca. No obstante, como una herramienta de diseño ecológico, su impacto es mucho mayor.
Los humedales elevados nos muestran las propiedades de estas unidades medioambientales y que sus procesos naturales pueden ser recreados artificialmente. Son los riñones del medioambiente, como se ha demostrado con las últimas investigaciones, y como en algunas eco-utopías, estos órganos pueden ser clonados sin cuerpos, generando un paisaje ciborg.
Situados prominentemente como están, al lado de una calle de alto tráfico en el centro de la ciudad de Toronto, es una de las primeras lecciones en este contexto e introdujo nuevos conceptos del paisaje como “working landscapes”, en oposición a la idea del paisaje estanco).
Por otra parte, el proyecto muestra una forma de enfrentar el “conflicto” entre ecología y estética, integrando la ciencia y la tecnología e incorporandolas en un proyecto artístico.
Por otra parte, el proyecto muestra una forma de enfrentar el “conflicto” entre ecología y estética, integrando la ciencia y la tecnología e incorporandolas en un proyecto artístico.
Comentarios
Publicar un comentario